La madrugada del miércoles 13 de diciembre, un grupo armado tuvo un enfrentamiento con policías municipales de Coronango. Desarmó a los uniformados y los tenían hincados. Prácticamente “les perdonaron la vida”.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 3:00 de la madrugada en la calle Álvaro Obregón, entre Camino a San Francisco Ocotlán. A la altura del fraccionamiento Picasso Residencial, los elementos de la Policía Municipal de Coronango detuvieron al conductor de una pipa.
Cinco minutos más tarde llegó un convoy de camionetas, algunas de ellas blindadas, con sujetos armados. Luego, el grupo delictivo desarmó a los uniformados de Coronango e hincó a todos ellos.
Sin embargo, a los pocos minutos los dejaron escapar. Y cuando los uniformados se iban, llegaron más policías municipales de Coronango. Fue entonces que inició el entrentamiento entre los civiles armados y los municipales.
Una tercera granada quedó sin espoleta y no detonó, por lo que fue necesaria la llegada del grupo Potasio especializado en el manejo de explosivos.
Hasta el momento, se desconoce qué grupo armado se encuentra detrás del enfrentamiento con los uniformados de Cuautlancingo o si hubo heridos en el lugar.
En el sitio se encontraron tres camionetas del grupo armado, la pipa, los casquillos percutidos y las granadas de fragmentación.
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