Así como cuando uno es fumador o bebedor social parece que los poblanos nos acostumbramos a una ilegalidad por razones y convencionalismos sociales.
Los hacemos con los bares y los table dance. A veces se justifica con la autoexplotación sexual, casos que también rayan en la trata de personas.
Aquellos consumidores de drogas recreativas y alcohol en espacios de diversión social están en toda su libertad de meterse lo que quieran por las narices. Cada quien “su cola”, dirían.
El problema aquí es que nos volvemos, como usuarios de estos espacios o consumidores de este tipo de drogas recreativas, uno más de la cadena que permite la criminalidad y la ilegalidad.
Pero, ¿qué ocurre cuando no hay un consumidor? Simplemente no hay condiciones de mercado. Y se cierra un círculo vicioso.
La situación que ocurrió en Puebla con el bar Pinochos de verdad suena tétrica. ¿Qué está pasando con las autoridades que toleran esta criminalidad en antros y bares de toda la zona metropolitana?
Los grupos delictivos ya tomaron como banquete a estos lugares. Si no se reacciona a tiempo continuarán más casos como el del bar Pinochos que fue tolerado por mucho tiempo por el alcalde Mario de la Rosa.
Recordará que de ese tema ya le contamos en una ocasión.
Y el día 23 de junio, cuando ocurrió el ataque al bar Pinochos, se levantaron a dos personas. Entre ellas a Beatriz Calleja; la joven de 23 años laboraba en este sitio.
Diez días después, el día 3 de julio se encontró una camioneta de color azul chocada en La Covadonga. Y dentro, los cuerpos de dos personas. Aún no se desconoce el paradero del propietario del bar, Eduardo Ramírez Alvarado.
Pero ya la Fiscalía de Puebla confirmó que la mujer localizada en La Covadonga es Beatriz Calleja.
Ayer mismo circuló un video donde aparece Beatriz respondiendo a un interrogatorio. El video pudo haber sido grabado en cualquier estado del país donde reine la hiperviolencia.
Jamás esperábamos ver algo así en Puebla.
Tétrico también es el mensaje encontrado ese día en La Covadonga.
Puebla está alcanzando límites que no esperábamos. Y sí, las autoridades deben de buscar la forma de mantenernos seguros.
Pero, ¿qué hacemos entonces nosotros?
Definitivamente una opción tendría que ser dejar de ver a la trata de personas como un tema recreativo en los table dance.
Elegir bien los sitios a los que acuden a divertirse. Y, por qué no, un poco más de autocontrol y bajarle al exceso podría funcionar.
Pero igual y mi propuesta es muy mocha. No me hagan caso. Me salió el alumno de la Upaep que llevo dentro.
De la Rosa contra Sánchez, gane quien gane, Amozoc pierde
Y hablando de Amozoc. Hay una guerra que ya se está librando y seguramente muchos no se han dado cuenta.
De un lado Mario de la Rosa y del otro lado el expanista José Cruz Sánchez.
Primero, José Cruz Sánchez Rojas anda con la agenda a todo lo que da.
Ya que consiguió por fin hacerse de la pre pre precandidatura de Morena a Amozoc. Sí, lo leyó bien.
Del PAN saltó al Morena por obra y gracia del hambre que trae Olga Romero Garci-Crespo, quien ya anda bien apalabradora de candidaturas. Quién sabe de a cómo o por qué…
Pero esa no es la nota.
La nota es que si usted tiene un bautizo, unos XV años, una graduación, una primera comunión. José Cruz Sánchez es su hombre.
Anda muy dadivoso. Carga al niño, paga graduaciones y hasta pasea a su perro con tal de que olviden su desastrosa administración municipal entre 2014-2018.
Es más, hasta les paga sus 50 pesitos de saldo en el Oxxo para una recarga de celular.
Claro, el chiste es que usted le haga un poquitito de campaña negra a su ahora compañero de partido Mario de la Rosa.
Es más, José Cruz no debería de celebrar tanto el quemón que tuvo Mario de la Rosa recientemente por temas de seguridad, ya que lo ligan con la banda de “Los Nazarios” y la desgracia del bar Pinochos.
Pero José Cruz Sánchez “no vende piñas”. No tiene muy limpio su propio historial.
Jamás admitirá que él mismo ya tiene a sus gatilleros a sueldo.
¿O me va decir que no le heredó al exalcalde Alfredo Bretón Sánchez a la finísima banda de “El Mono”?
Pero, esa es otra historia.
Y merece ser contada en otro momento.
Sólo le adelantamos que gane quien gane la candidatura de Morena por Amozoc, los que pierden nuevamente son los vecinos de ese municipio.
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