Hace unos años, un muy buen amigo estaba muy emocionado porque finalmente se había retirado de una posición corporativa. Se retiró con el puesto de contralor general, lo que hizo que le dieran un muy buen retiro, el monto ascendía a cantidades de un dígito seguido de seis ceros.
Se acercó a mí y me dijo con mucho entusiasmo: ¡voy a poner mi propio negocio!; en el momento no supe que contestarle, no supe si motivarlo a seguir su camino o abrirle los ojos sobre lo que realmente iba a experimentar.
Finalmente opte por ser el amigo pragmático y decirle el camino que iba a transitar al entrar al mundo de emprendimiento; en nuestra charle le hice los siguientes comentarios:
1.- Recursos limitados y necesidades ilimitadas. Empecé con este tema, le dije: amigo mío, cuando estás en la vida corporativa de “godín”, juegas con el dinero de alguien más y ganes o pierdas, no es un recurso tuyo. Al volverte empresario, tus recursos serán propios y limitados, así mismo tus necesidades empezarán a ser ilimitadas y constantes, debes tener cuidado con este fenómeno porque puede suceder que te quedes sin recursos si la empresa te demanda crecimiento. Si así fuera, tienes que identificar medios de capitalización inmediatos.
2.- Venta constante. Para que tu negocio prospere, debes tener una cartera de clientes fija y luchar por conservarla. Procura tener cuidado en no confundir venta con ganancia. Concéntrate en tener muy clara tu estructura de costos para que respetes devotamente la venta y no te comas, poco a poco, tu capital. De igual forma te recomiendo que tus metas de venta sean muy precisas porque, crecimiento en ventas, es cuento de nunca acabar.
3.- Sueldo. Adicionalmente le hice una sugerencia: si tu pretendes ganar el mismo salario que tenías en tu posición corporativa, debes tener claro el nivel de ventas y la utilidad bruta que debes generar para llegar a esta meta de sueldo. Le recomendé no pretender ganar mucho desde un inicio, es mejor ir incrementando tu ingreso conforme van incrementando las ventas. Como yo sabía cuánto ganaba mi amigo en su anterior vida corporativa, le dije: para que tu llegues a ganar lo que ganabas, debes hacer que la venta per cápita de tus empleados sea de un millón anual.
4.- Ser emprendedor no significa ser millonario. Si inicias una vida de nuevo empresario, tienes que estar consciente que todos los recursos, y no solo hablo de dinero, se van a ir a esa intención. Tendrás que dedicar tiempo, conocimiento, entusiasmo, motivación y el 100% de concentración para que sea exitosa tu incursión. En muchas ocasiones estarás en el escenario de no poder cobrar ni tu sueldo, contar de sostener operaciones o con tal de incrementar ventas. Le pregunté: ¿estás preparado para estar en el escenario de no tener ni un peso en tu cartera ni en el banco?
5.- Inversión y retorno. Mi amigo quería poner una empresa de logística, a lo cual le dije en sentido figurado: hay más de 20 empresas de logística que serán tu competencia, ten cuidado con el precio con el que entras al mercado y se realista en el periodo de retorno de inversión (PRI). Los emprendedores novatos se crean ideas en las que creen que todo mundo va a preferir su producto sobre los demás ya existentes, porque creen ofrecer diferenciadores que, al final del día, terminan siendo requisitos de mercado. Casi siempre hacen estimaciones de ventas no reales, con retornos de inversión muy cortos. En la vida real el PRI de un proyecto realista anda de entre los 4 a 6 años.
6.- Mucha paciencia. El empezar un negocio no significa que, de un día para otro, ya lo echaste a andar. Se necesitan, por lo menos, cuatro años para que el negocio fructifique y empiece a echar raíz. Debes de tener mucha tolerancia a la frustración para que en ese camino no claudiques o avientes la toalla porque en él, tenlo por seguro, que habrá altas y bajas, y siempre debes estar dispuesto a aguantar las bajas.
Finalmente terminé mi participación diciéndole: estas son algunos de los escenarios que vas a experimentar, si estás dispuesto a navegar con todos ellos, y controlar todas estas variables, adelante.
En los días siguientes, mi amigo compro dos camiones con góndolas de 60 toneladas, pasaron seis meses y me lo volví a encontrar, me dijo: pues que crees George, mi cliente extendió los días de crédito y no me pagaba a tiempo, adicionalmente uno de mis camiones tuvo un accidente y no pude cumplir un contrato, así que decidí cerrar la empresa.
Amigo, emprende y aprende con conciencia plena de lo que es el camino del nuevo empresario.
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