Columnas Anteriores
"Nunca muerdas la mano que te da de comer” dice un dicho popular y cuando eres una figura pública debe ser un mandamiento que se debe grabar en lo más hondo de tu esencia.
Sobre este tema, Sabrina Sabrok, quien hace algunos días figuró en los medios tras su nombramiento como embajadora honoraria de la comunidad lésbico-gay, aparece nuevamente en los principales encabezados ahora bajo el escándalo de un audio donde simplemente hace basura a la “raza mexicana”
Obviamente los reclamos no pudieron esperar, tuve la oportunidad de leer el comentario textual e incluso escuchar el audio y lo primero que pensé es que en realidad el que una extranjera nos diga esa ofensa en nuestro propio país es lo de menos, ¿cuántos de nosotros hemos dicho chistes de “gallegos” e incluso hemos citado a otras naciones para hacer comparativos indignantes?, ¿incluso cuántas veces no hemos utilizado las palabras “prieto”, “indio”, “negro” para referirnos y hacer menos a nuestra propia gente? sinceramente a mi me preocupan más las ofensas que los propios mexicanos hacemos contra nuestro propio país, el cáncer que muchas veces solemos ser permitiendo que nuestro México siga siendo corrupto, el ver como los casos de bullying van en incremento en las escuelas, el ver como funcionarios utilizan recursos públicos para transportar a su familia para iniciar sus vacaciones y nadie haga nada, como se saquea al país aprobando reformas que explotan a la clase media, como se desaparecen a 43 sin que nadie haga nada por resolver el asunto, se asesina a un niño en plena manifestación por parte de las autoridades que afirman no usar armas aunque la causa de la muerte indique lo contrario y tantas cosas que vienen a mi mente que me hacen pensar que si Sabrina Sabrok dice que “Somos una raza de mier…” pues quizás sí lo seamos y sea tiempo de darnos cuenta.
¿Por qué hacerle escándalo a un extranjero y tomar las redes para señalarlo cuando en nuestra propia casa no sabemos limpiar nuestra basura?, ¿por qué no señalar de traidor con la misma severidad al que es corrupto? Porque quien ama a nuestro país no se burla de nuestras raíces, de nuestra gente, asume con respeto un cargo público, participa en sus deberes cívicos y quien no, no necesita ser como Sabrina Sabrok y decir “los mexicanos son una raza de mier…”, con sus actos y con la desidia de quienes lo rodean lo confirmamos.
Comparte tu opinión conmigo en @danielfajardomx