Vero Vélez tenía una granja de bots.
Los mismos que todos los días se conectaban a las ruedas de prensa para inflarlas.
Los mismos que dejaban saludos en las transmisiones matutinas.
Que compartían toda la información de Barbosa.
Que se dedicaba a golpear a los “enemigos” del sistema como Nacho Mier o Alejandro Armenta.
Sí, esos mismos bots que también respondían y se lanzaban contra los periodistas que no estaban en el sistema.
Sí, esos mismos bots ya le dieron la espalda a Vero Vélez o los dejó de pagar.
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Imaginen dos años de Maestría en Mercadotecnia y Relaciones Públicas en la Universidad Anáhuac y sólo para que la estrategia brillante de la otrora coordinadora de Comunicación Social haya sido comprar una granja de bots.
Dos años de maestría en la Anáhuac y la única política de Comunicación fue atacar con bots.
Es como “Patricia Fernández”, a quien nunca le sirvieron los seis semestres de Finanzas en la San Marino. Así me siento de timado, pues nos costó muy cara esa maestría.
Y digo nos costó, porque se pagó con el sueldo producto de los impuestos de los poblanos.
El caso es que esos bots ya están desinflados y, cómo no, si nos costaban al mes 350 mil pesos. Y digo nos costaban, porque esa brillante estrategia de comunicación fue pagada con los impuestos de los poblanos.
Es más, Vero Vélez debería demandar a Pool Media, la empresa que se embolsaba esos 350 mil pesos al mes, pues nunca los desquitó, le vio la cara.
Pero bueno, después de cuatro años, la empresa se resiste a perder los pesos que le caían del estado y aquí la evidencia de los bots que manejaba.
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