Un juez en materia civil del estado de Puebla hará la entrega oficial de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) a la rectora interina, Cecilia Anaya Berríos para que tome posesión del campus y de todos sus accesorios, reveló el secretario del patronato encabezado por Horacio Magaña Martínez, Adalberto Ramos Huerta.
En entrevista con CENTRAL, Ramos Huerta dijo que el patronato legalmente constituido consignó ante un juez la universidad para que quedará fuera del conflicto legal por las acciones que se iniciaron en contra de los miembros de la familia Jenkins y de sus abogados por haber desviado 720 millones de dólares de la Fundación Mary Street Jenkins.
“Esos recursos están en paraísos fiscales, eso continua, pero como no queremos poner en el centro de la disputa legal como rehén a la universidad y a los estudiantes, restituimos el campus”.
Cecilia Anaya, con el carácter que ostenta como directiva de la universidad, deberá solicitar la entrega y asumir la administración, conducción y representación de la UDLAP, para que los alumnos regresen a las aulas.
El patronato de Magaña Martínez sigue vigente
A pesar de que Cecilia Anaya permanezca al frente de la universidad, el patronato que preside Magaña Martínez seguirá vigente como lo determinó la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla, pero no intervendrá en la vida académica.
Mientras se resuelve la disputa legal, sobre quienes deben integrar el patronato, si la familia Jenkins o las autoridades actuales.
“Hay una disputa legal sobre quién debe integrar el patronato, si los anteriores que estaban compuestos por los familiares Jenkins o actualmente el patronato presidido por Horacio Magaña y del cual yo, Adalberto Ramos funjo como secretario del actual patronato”.
La decisión sobre la devolución, dijo que se basó en anteponer el interés superior de los estudiantes, académicos e investigadores que requieren de las instalaciones para continuar su preparación académica.
Únicamente la contraparte del pleito legal tendrá en posesión las instalaciones de la UDLAP; no obstante, los procedimientos judiciales continuarán hasta culminar las acciones penales que incluye el cumplimiento de órdenes de aprehensión giradas contra los Jenkins, sus abogados y el exrector, Luis Ernesto Derbez Bautista.
“Solamente se le restituye la posesión del campus para evitar más afectación de los estudiantes, pero los procedimientos judiciales sobre quién debe integrar el patronato, las acciones penales siguen”.
El pasado 8 de febrero, el representante legal del patronato, encabezado por Horacio Magaña informó que desistió de la acción civil que promovió ante el Juez 24 de la Ciudad de México, que les permitía tener bajo su control la institución.
Hizo un llamado a todas las partes a que la universidad se mantenga fuera del conflicto legal sobre la integración de los patronatos o sobre la legalidad de los actos de disposición del patrimonio fundacional.
La disputa por la UDLAP inició el 29 de junio del 2021
El conflicto por la UDLAP comenzó el 29 de junio de 2021, cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ingresaron al campus y desalojaron a los estudiantes, maestros y al personal administrativo.
La Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla, impuso al patronato de Magaña Martínez, quien informó que promovió ante el Poder Judicial de la Ciudad de México un juicio ordinario civil para recuperar los bienes que fueron distraídos del patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins.
Entre esta disputa nombraron a Armando Ríos Piter como rector, quien se mantuvo en el cargo solo siete meses, pues el pasado 8 de febrero presentó su renuncia bajo el argumento de que la vida universitaria debía regresar.
En el transcurso de los siete meses, el patronato histórico ha presentado suspensiones definitivas y exhortos, que ordena la devolución de la institución; sin embargo, estos han sido devueltos a los jueces.
El pasado 1 de febrero la jueza de control, Magally Escamilla Rodríguez resolvió en audiencia que debían generarse las condiciones para reanudar las actividades académicas en las instalaciones, bajo la certeza por parte de los maestros, directivos y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Horas más tarde, la rectora interina dijo que no volverían a clases presenciales hasta que un juez les haga entrega de las instalaciones de manera formal, y deje de legitimar al patronato encabezado por Horacio Magaña Martínez.
Entre las presiones, la comunidad UDLAP realizó una marcha de la entrada principal de la universidad al zócalo de Puebla. Además, instalaron con casas de campaña para hacer un plantón permanente hasta que Anaya Berríos tomará el control de la universidad.
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