Puebla, 23 de abril del 2024

Los CEFERESOS y las ganancias “honestas” con los deshonestos

Por Cesar Rios Hernández / /
Los CEFERESOS y las ganancias “honestas” con los deshonestos
Fotos: Central
inte ElefanteBlanco

En México son muchas las historias de hombres y mujeres, que se han esforzado para crear una empresa y hacerla crecer, fruto de su tenacidad y visión, la mayoría de las veces inspirando a muchos con su ejemplo. Pero en casos especiales, es despreciable saber que algunos han hecho “crecer” sus empresas, con el dinero de nuestros impuestos y la gran mayoría de las veces, en complicidad con el gobernante en turno. Estas situaciones ponen en evidencia, lo podrido que aún están varias instituciones del país.

Tal es el caso del gran negocio de las cárceles privadas, pues hace unos días durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, presento un desglose del costo de los reclusorios privados en el país, así como del gasto que el gobierno hace para las personas internas en los mismos.

Entre los datos más escandalosos, resalta que, en algunos de los penales en manos de privados (del sistema CEFERESO, Centros Federales de Readaptación Social) el costo llega a ser de 6 mil pesos diarios por preso, contrastando con 500 pesos por “malandro” en otros penales (los del gobierno). Con estas cifras, nos saldría más barato enviarlos a un hotel de 4 estrellas “bien protegido” y mantenerlos así, para generar ahorro.

Este nuevo sistema carcelario, fue iniciado en el gobierno de Felipe Calderón, guiado por el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (actualmente acusado de aceptar sobornos del cártel de Sinaloa), colocando este “sistema”, en manos de un puñado de empresarios, en el que destacan dos cuñados del expresidente Carlos Salinas de Gortari. Después, Enrique Peña Nieto termino de entregar este “honesto” negocio a más particulares ¿hasta dónde hemos llegado? Donde quiera que se escarba un poco, sale “pus de corrupción” de las instituciones que se suponen están para servir al país. No es de extrañarse que cuando algún crítico de la oposición hace señalamientos al gobierno actual (algunas veces bien fundamentados), estos se multiplican por cero; pues el ejemplo de estos partidos (cuando gobernaron) está lleno de lodo. Claro que el gobierno actual no puede presumir de pulcritud tampoco, pero esto será tema para otro día.

Retornando al tema y de acuerdo con el Gobierno Federal, estos centros penitenciarios le cuestan al estado 16 mil millones de pesos al año (cantidad que equivale a la mitad de los 32 mil millones que erogara el gobierno federal para la aplicación de la vacuna contra el Covid-19). Y mejor dejamos las cifras hasta ahí, pues si vemos más detalles, podría brotar alguna raíz de amargura y alguien empezaría a buscar “otras opciones” de ahorro con menos presos. Pues faltaría abordar la corrupción de las cárceles estatales y municipales, en donde varias veces se ha demostrado, que cuando un director termina su gestión, este sale millonario.

Esta “forma de negocio” con las cárceles privadas no es nueva, pues hace más de una década se documentó, como en California y otros estados de la unión americana, se multiplicaron al 100% las cárceles privadas (a mediados de los 90), justo después de que el gobierno clasificara como delito, a las personas que ingresaban ilegalmente a aquel país. Ahora sabemos en quien se inspiró la clase política de nuestro país, en aquel tiempo ¡copiones vulgares!

Con la crisis en todo el mundo y buscando ahorros, no es nada extraño que el nuevo presidente Estados Unidos, Joe Biden, haya firmado la semana pasada, un decreto para poner fin a los centros de reclusión privados del sistema federal, una medida que busca mejorar el sistema carcelario del país, diciendo "Este es el primer paso para evitar que las corporaciones se beneficien del encarcelamiento, un encarcelamiento que es menos humano y menos seguro, como muestran los estudios".  Bueno, por algo se empieza. Pero sin duda la prioridad en nuestro país es disminuir los delitos en todos los niveles y no solo ahorrar en las cárceles.

El Diálogo de hoy: – entre presos –

P1.- ¿Ya te enteraste? Atraparon al “Góber Precioso” y lo traerán aquí.

P2.- Qué bueno que lo atraparon, huyó bastante tiempo viviendo como rey.

P1.- Cuando llegue, me gustaría acercarme a él.

P2.- ¿Para insultarlo?

P1.- ¡Por supuesto que no! Pero seguramente le darán una buena celda con vista al mar y buen trato… esta cárcel será el “nuevo Sheraton CERESO” y conviene acompañarlo para “ciertos privilegios” que aquí se dan.

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