Puebla, 29 de marzo del 2024

Acoso y hostigamiento sexual – empresas “tuertas”

Por Cesar Rios Hernández / /
Acoso y hostigamiento sexual – empresas “tuertas”
Fotos: Central

inte ElefanteBlanco

El jueves pasado se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde la ONU inicio una campaña de sensibilización con el lema “Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”, serán 16 días de activismo culminando el 10 de diciembre por ser el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Este tipo de campañas son más que necesarias, si bien las leyes en nuestro país se han vuelto más estrictas contra el acoso y el hostigamiento sexual, aún hay mucho por hacer. La ley federal del trabajo es muy clara en esto, por ejemplo, el Artículo 3o. define Hostigamiento y Acoso sexual. En el caso del hostigamiento sexual, es el ejercicio del poder, en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor y que se puede dar en el ámbito laboral, religioso, escolar o cualquiera otra que implique subordinación; el acoso sexual es una forma de violencia, en la que no existe la subordinación pues se encuentran en el mismo plano de igualdad, es decir se puede presentar entre alumnos, entre maestros o entre empleados que se encuentren en la misma posición laboral. También el Artículo 133 define la prohibición a los patrones o a sus representantes de: XII. Realizar actos de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el lugar de trabajo; XIII. Permitir o tolerar actos de hostigamiento y/o acoso sexual en el centro de trabajo.

Aunque la ley y los reglamentos en las empresas son más exigentes en este rubro, el problema no es “el papel”, sino la aplicación de estas, pues aún hay mucha impunidad y complicidad en las diversas organizaciones de nuestro país (tanto en el gobierno como en el sector privado), el equivalente a estar “tuerto”, al no querer ver el abuso dentro de las empresas.

Muchas mujeres aún sufren en silencio el hostigamiento o acoso sexual en sus centros de trabajo, pues, aunque saben que existe un reglamento en la empresa, también están conscientes de posibles represalias sistémicas, al momento de denunciar a su jefe inmediato, así como también saben que sus ascensos están “bloqueados” por no acceder a las intenciones de sus superiores.

En la película de “Godzilla” (1998) se encuentra un claro ejemplo, donde una empleada de un noticiero pide una oportunidad para cubrir una noticia, pero su jefe le condiciona “el privilegio”, para que primero salga con él a “cenar” (Godzilla [1998] – Audrey Timmonds – YouTube); y aunque el tiempo ha pasado, este tipo de “practicas” aún permanecen.

El hostigamiento no sólo se da entre un jefe y su subordinada, también sucede a la inversa… mujeres que hostigan a los hombres y aunque estas situaciones no son abundantes (seguramente por vergüenza), no significa que sean menos perjudiciales. Un claro ejemplo se muestra en la película de “Nosotros los Nobles”, donde un nuevo empleado bancario se ve “atrapado” con su jefa para mantenerse en el puesto (Nosotros los Nobles [2013] Amenaza e Insulto – YouTube).

Cuando una empresa permite la impunidad en estas cosas, no solo está incurriendo en violaciones a la ley, sino que también pierde eficiencias en sus procesos, pues el ambiente laboral se torna toxico y se exponen a venganzas organizacionales (¡una vez más!); no siempre es un cuerpo gerencial el que permite la impunidad, en ocasiones es un grupo específico o mafia de mandos intermedios que cubren sus fechorías y abusos, manteniendo un status quo sobre un grupo determinado de empleados.

Pero todo lo que lo siembra también se cosecha… en el mundo empresarial se pagan muy caros los abusos. Ha habido casos donde altos directivos de empresas han caído en trampas preparadas para que sean removidos de sus puestos, en ocasiones en respuesta a la tiranía y en otras por el “desquite” de una mujer hacia su superior por no “ayudarla”. Ha habido hombres malos, pero también mujeres abusivas. Este tipo de situaciones, muy rara vez salen a luz pública, pero suceden.

En conclusión, ha habido algunos avances gracias al activismo y concientización en los ambientes de trabajo, pero en México aún falta mucho por hacer. Es un trabajo de todos, no sólo de las autoridades.

El Diálogo de hoy: – escena de la novela “Yo soy Betty, la fea” (versión original) / Gerente abusivo –

Lic. Gutiérrez.– Abogue por usted…

Aura María.– ¿Y qué, qué dijeron (los directivos)?

Lic. Gutiérrez.– Que la decisión quedaba en mis manos. Voy a mirar bien el reglamento para ver en qué la puedo ayudar.

Aura María.– Pero, ¿y entonces?

Lic. Gutiérrez.– Esta noche lo hablamos en cualquier sitio, por ahora estoy muy ocupado… por lo pronto, vuelva a su trabajo.

Aura María.– Sí, señor (con tristeza).

(Gutiérrez chantajea a Aura María | Yo soy Betty, la fea – YouTube).