25 de Abril del 2024

Pedofilia - La industria oculta

Por Cesar Rios Hernández / /
inte ElefanteBlanco

Cuando una empresa o algún sector industrial logran un crecimiento económico, este lo divulga por todos los medios, la mayoría de las veces con un comunicado oficial. Aun entre los capos del narcotráfico (“empresarios del crimen organizado”) se esfuerzan por ser visibles en sus anuncios cuando obtienen algún control sobre sus rivales o cuando amenazan al gobierno; sin embargo, los grupos delictivos que trafican con las personas siempre permanecen en la penumbra. Estos no buscan jactarse de nada y siempre ejecutan “su trabajo” en oculto. Es triste y lamentable reconocer que la esclavitud también es un “negocio o industria”, que genera muchas ganancias.

Según datos de la Organización Internacional del trabajo (OIT), existe en el mundo un aproximado de 40 millones de personas (el equivalente a toda la población de Argentina), que han estado sometidas a la esclavitud moderna. Esta cifra incluye 24,9 millones en trabajo forzoso y 15,4 millones en matrimonio forzoso, además 1 de cada 4 víctimas de la esclavitud moderna son niños, de todo esto 4,8 millones de personas son víctimas de la explotación sexual forzosa. Las industrias pornográficas y de la prostitución concentran a la mayor parte de las mujeres que son explotadas sexualmente. Estas cifras no pueden ser “digeridas” con facilidad y es terrible saber que cada año esta cifra aumenta.

La “industria” de la pedofilia se hecho más sofisticada en las últimas décadas, no solo por el secuestro de niños, sino el enfoque sistémico de explotación a través del turismo sexual en todo el mundo y el ofrecimiento de estos a través de las redes sociales, usando palabras claves y sitios de internet específicos. El turismo sexual ilegal reporta, junto con el tráfico de personas, más de 30,000 millones de dólares de beneficios anuales y ambos figuran en la lista de los mayores sectores económicos ilegales, sólo por detrás del tráfico de drogas y el comercio de armas (en algunos casos está el tráfico de órganos, que se analizará en otra ocasión). Cada año, unos 250,000 turistas viajan al extranjero para tener relaciones sexuales con menores, muchas veces con comisiones para taxistas o recepcionistas de hotel, que acaban ejerciendo de proxenetas al facilitar los encuentros (Fuente: Estudio Global sobre la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes-2016).

Estos datos son sólo en relación turismo sexual, faltaría incluir el número de menores que son abusados dentro de su entorno y que rara vez llegan a ser denunciados. Miles de ellos han sido víctimas en sus hogares, en escuelas, en iglesias, en clubes deportivos y/o artísticos. En nuestro país, no pasa un día sin que niños y niñas sean secuestrados en hospitales, centros comerciales, parques o en lugares concurridos. La mayoría de las veces con cómplices que laboran en esos lugares. ¡Vivimos tiempos angustiosos! ¿Hasta dónde hemos llegado como sociedad?

Los últimos escándalos que han salido a luz nos dejan ver sólo una parte del nivel de penetración que estos grupos han obtenido en las altas esferas de la sociedad. El caso más reciente, fue el de empresario Jeffrey Epstein, que terminó suicidándose en su celda en agosto del año pasado, durante el juicio que enfrentaba por pedofilia. Y aunque no se concretó este proceso, muchos nombres de poderosos empresarios, artistas, gente de gobierno y hasta miembros de la realeza inglesa fueron exhibidos con la sospecha de haber participado en actos de pedofilia en complicidad con este “exitoso empresario”. Pero hasta ahora, ninguno ha sido llamado para rendir cuentas.

Otro ejemplo fue el de Keith Raniere, líder de la secta de autoayuda NXIVM y acusado de participar en el crimen organizado, tráfico sexual (incluyendo a menores de edad), además se le responsabiliza por la creación de una hermandad secreta: “Dominus Obsequious Sororium” (Señor sobre las mujeres esclavas); en este escándalo se llegó a mencionar a Emiliano Salinas (hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari), hasta ahora no se han fincado cargos, pero fue socio muy cercano de Keith. La lista de gente famosa involucrada en pedofilia no termina, miembros del partido demócrata en Estados Unidos (con el caso de “pizzagate”), Michael Jackson (el “rey del pop”), David Bowie (El Camaleón del Rock) y en México el caso de Gloria Trevi (con el llamado 'Clan Trevi-Andrade’), entre muchos otros.

La pedofilia también ha alcanzado a personas que se asumen son de respeto, como el caso del sacerdote católico Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, en donde no solo fue abusivo con menores, sino que también encubrió sistemáticamente los escándalos de abusos sexuales de muchos de los sacerdotes que estaban bajo su mando. Han sido tantas las denuncias que últimamente han salido a luz pública, que la iglesia católica ha tenido que pagar millones de dólares para indemnizar a las víctimas de los curas. Si alguien piensa que esto pudiera ser una exageración, se recomienda el libro: “Sodoma. Poder y escándalo en el Vaticano”, del periodista francés Frédéric Marte. Escándalos similares se han presentado en iglesias no católicas, pero también se han denunciado algunos casos.

En un aspecto más reciente y que llegó a cimbrar a la clase política de México, está el caso del ahora exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres; el exjefe de la Policía Judicial, Adolfo Karam Beltrán y el empresario Kamel Nacif Borge, que se mantienen prófugos de la justicia; acusados por la participaron en un complot para detener, torturar e ingresar al penal de Puebla a la periodista Lydia Cacho como “castigo” por mencionar a Kamel Nacif en el libro “Los Demonios del Edén”, como uno de los asistentes a las fiestas del pederasta Jean Succar Kuri en Cancún, Quintana Roo. ¿Qué tipo de gente nos ha estado gobernando?

Este es sólo un caso de muchos, la mayoría de los políticos y sacerdotes que son denunciados por pedofilia sólo son removidos o transferidos, muy pocas veces llegan tocar la cárcel. Pareciera que, por sistema, estas personas siempre serán protegidas.

El Diálogo de hoy: entre intelectuales –

I1.- ¿Sabías que existe un movimiento llamado MAP (Minor-Attracted-Person), que justifica la pedofilia y busca su legalización?

I2.- Si he escuchado algo de ese movimiento, como una “nueva” orientación sexual, según ellos para ser una sociedad más tolerante.

I1.- Pues si se llegara a legalizar la pedofilia, no seríamos una sociedad más tolerante, seríamos una sociedad decadente, ¿cómo es posible que lo que hace 50 años era una perversión, ahora es una “nueva” orientación sexual que debe ser respetada?

I2.- Y no sólo eso, aquellos que piensen lo contrario, podrán ser denunciados por intolerantes. ¡El príncipe de las tinieblas está de plácemes!

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