Un sistema de libre mercado siempre es necesario para el crecimiento de cualquier país, si el sector privado invierte con confianza, es de esperarse que la sociedad sea la beneficiada. Si el gobierno establece reglas claras y estas se respetan, el desarrollo estará garantizado. Sin embargo, la clase política de nuestro país no siempre vislumbra las consecuencias de lo que establece, pues el pasado 4 de marzo (aprovechando la tormenta de noticias por la pandemia) el senado aprobó en comisiones, el uso lúdico de la marihuana, para expedir la Ley para la Regulación del Cannabis, si bien aún no completa la reglamentación, muchos ya están festejando el aparente gran negocio que esta por florecer. Actualmente la industria de la marihuana mueve cada año un mercado de 150 mil millones de dólares a nivel mundial, con cerca de 260 millones de personas que son consumidores activos (según la calificadora Standard & Poor’s). Con esta morbosa cifra de dinero, es difícil creer que los senadores están gestando esta ley, con el único fin de ayudar al país y disminuir la violencia.
El tema de legalizar la marihuana causa mucha polémica, y a la gente no se le está informando las consecuencias a la sociedad si esto llega a formalizarse. La “bandera” que manejan muchos políticos, solo se enfoca en decir que, “se golpeará” a los caciques del narcotráfico y disminuirá la violencia en nuestro país. Cuando ellos saben, que los grandes capos de la mafia (alias: “empresarios ilegales”) se ríen de este intento, pues ellos trafican con mercancías más redituables, como la cocaína y la heroína.
Otros países han aceptado aplicar una reglamentación que parece manejable, legalizando la marihuana solo con fines médicos, pero en México la consigna es para uso lúdico, o sea, para “divertirse sanamente”. ¿De verdad?
Si se lograra legalizar formalmente la marihuana, ¿qué sigue? Pues hace unos días (lunes 22 de junio), un ministro de la Suprema Corte propuso negar un amparo a un particular, que busca una autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para el uso lúdico de la cocaína. Por el momento pareciera que esta persona no ganara el amparo, pero esto es una señal de lo que sigue. El mejor ejemplo de esta intención, se vio reflejada en las palabras pronunciadas por el expresidente de México Vicente Fox, en donde en febrero del 2019 dijo: “soy un convencido… que todas las drogas deban legalizarse, que se debe quedar en manos de usuarios responsables consumir o no consumir, que debe quedar en manos de profesionales el poder dirigir y conducir estas industrias”, si usted pensaba que el “abogado del diablo” no existía, pues aquí se manifestó tan campante, cínico y sin pelos en la lengua.
Retornando al enfoque industrial y empresarial, podemos mencionar algunos ejemplos como lo sucedido en California (Estados Unidos), en donde el periódico Los Angeles Times publicó lo siguiente (el 16 de Agosto del 2019 ): California es el mercado legal de marihuana más grande del mundo, pese al enorme sector del mercado negro que aún opera… pero el mercado negro de marihuana de California sigue floreciendo ya que los altos impuestos y la negativa de la mayoría de las ciudades a permitir la instalación de tiendas con licencia hace que sea más barato y sencillo para las personas comprar a proveedores ilegales. Se espera que se gasten aproximadamente 8,700 millones de dólares en el mercado negro en 2019, más del doble de la cantidad por ventas legales. Si algún empresario en México estaba pensando, que al legalizar la marihuana todo será “verde bonito”, ¡oh decepción!, será “verde obscuro” y aun con todo… el mercado negro no desaparecerá, ni la violencia tampoco, pregunte a los ciudadanos de Uruguay (que también legalizo la marihuana en 2013) solo por curiosidad.
Con todo lo anterior, ¿a dónde quiere llegar la clase política de nuestro país? Hace 3 semanas en un boletín del senado de la república (#1483), el presidente de la Comisión de Justicia, Julio Menchaca Salazar menciono “Se requiere control de Estado en la producción para pacificar al país, generar ingresos y respetar los derechos de quienes utilizan la planta”. Leyó usted bien “pacificar al país”, bueno sin duda, estamos en camino a que lo escrito por Aldous Huxley en 1932, en su libro “Un Mundo Feliz” se haga realidad, en donde la sociedad ya no tenía problemas de ningún tipo, todos vivían permanentemente drogados y “pacíficos”.
El Diálogo de hoy: – fragmentos de la película “El Padrino” (1972) –
(Sollozo) Don Corleone: Necesito un hombre que tenga amigos poderosos, necesito un millón de dólares… para financiamiento.
Vito Corleone: Escuché que eres un hombre serio, para ser tratado con respeto. Pero debo decirte que no y te daré mis razones; es verdad, tengo muchos amigos en la política, pero no serían amigables conmigo si supieran que mi negocio está con las drogas (en lugar de los juegos de azar), que lo ven como un vicio inofensivo. Pues las drogas son un sucio negocio.
Zaluchi: Tampoco creo en las drogas. Por años yo le pagué extra a mi gente, para que no hicieran ese tipo de negocio… quiero controlarlo como un negocio, para que sea respetable, no lo quiero cerca de las escuelas. ¡No quiero que se venda a los niños! Eso es una infamia.
Nota: Pareciera que “Don Corleone” y “Zaluchi” tenían más escrúpulos que nuestros políticos.
