Pues precisamente el pasado domingo 10 de mayo, el Doctor (Hugo) López-Gatell escogió este día para darnos una noticia nada alentadora, en donde además de mencionar los números de fallecidos y felicitar a las Madres, resalto que “tras el COVID-19 habrá una crisis de salud mental”, ¿De verdad o nos estaba tanteando?, ¿hasta que pase la pandemia habrá esta crisis de salud mental?, ¿quién no recuerda que antes de que el COVID-19 se declarara pandemia, todos los medios de comunicación ya nos estaban bombardeando con negras noticas?, pues que tarde nos confirman la noticia, los problemas de salud mental y mega estrés ya están presentes en nuestro país desde hace varias semanas. Y para pulverizar el poco ánimo que nos quedaba, el presidente (Andrés Manuel) López Obrador nos acaba de anunciar el plan para regresar a “la nueva normalidad”, esta frase sería ideal para otra secuela de la película de terror, “el regreso de los muertos vivientes”, pues estaría más acorde a los traumas que habremos de enfrentar, porque ¿quién de nosotros podrá ser “normal” después de todo este tiempo de crisis?
Con todo lo anterior, pareciera que desde hace tiempo el gobierno se estaba preparando para esta eventualidad, pues “afortunadamente” la Secretaria del Trabajo implementó la Norma “NOM-035-STPS-2018 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención”, que se hizo efectiva a finales del 2019, en donde “La NOM 035” (así se le llama cariñosamente, pues decir todo el nombre estresa), es una legislación que tiene como objetivo cuidar la integridad, salud física y mental de los trabajadores mexicanos, aspectos que benefician a las organizaciones, pues un buen clima laboral ayuda a reducir los índices de rotación y a aumentar el compromiso laboral que se traduce en mayor productividad. Por favor haga un esfuerzo por no soltar una carcajada y termine de leer. Si bien la intención de esta regulación es buena e inclusive ya es obligatoria, será muy difícil implementarla totalmente, pues muchos aspectos son subjetivos, siendo lo único real y palpable la presión arterial de los trabajadores. ¿Y porque pensar solo en los trabajadores? ¿Sabe cuál el perfil de salud de los hombres y mujeres “de éxito” que están en posiciones gerenciales? ¿Y se imagina la salud de los dueños o accionistas de muchas empresas? de hecho, varios de ellos ya no están leyendo esta columna, por estar en algún hospital o manicomio.
Esta norma fue una iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que estableció el 28 de abril como “El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo”, que para la gran mayoría de los trabajadores paso de noche o fueron festejados con más trabajo, pero no lo percibieron. Algunos pocos afortunados recibieron un “bono de lealtad”, tal vez no de impacto, pero al menos un reconocimiento al compromiso por mantenerse laborando.
Ahora está el gran reto para las empresas, pues el cumplimiento de esta norma será aún más difícil con las secuelas que está dejando la pandemia en todas las personas que están laborando, más las que pronto lo harán. ¿Qué controles para la salud mental tendrán los patrones para sus empleados? Más que la “nueva normalidad”, tendremos un renovado y “relajante estrés laboral de sobrevivencia”. Sin duda, la membresía de “Neuróticos Anónimos” se aumentará.
El Diálogo de hoy: – entre vecinos –
V1.- Buenas tardes vecino, tiempo sin verlo. ¿Sin duda sigue trabajando verdad?
V2.- Así es, la empresa donde laboro ¡es de las esenciales!
V1.- Qué bien, me acuerdo de que me comento hace varios meses que tenía temores de que lo despidieran, debido a “tanta grilla”.
V2.- Pues ya no tengo temor de ser despedido, ahora el temor es de ¡morir! por el contagio.