En tierra de dinosaurios el Presidente hablando de elefantes

Por Facundo Rosas / /

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Durante su reciente visita al municipio de Tepexi de Rodríguez (mi municipio natal) el Presidente de la República volvió a referirse al “elefante reumático” que metafóricamente equivale al cúmulo de problemas que le heredaron administraciones anteriores y que le cuesta mucho trabajo empujar para que camine.

Antes de abordar los temas de seguridad y su relación con la política, que son los ejes de esta columna, les quisiera recordar que, en tierra de dinosaurios cualquier elefante se sentiría joven y con la energía suficiente para vencer cualquier obstáculo heredado del pasado. En el mal llamado paraje “Pie de vaca” aún se pueden observar las huellas de los dinosaurios que habitaron la región durante el Cretácico superior.

Dicho lo anterior, ahora me referiré a lo informado el viernes 5 de octubre en materia de seguridad y que no coincide con la información reportada al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y tampoco con la realidad que enfrentamos a diario los poblanos, a menos que existan otros datos.

Se mencionó que en lo que va de esta administración (diciembre 2018-septiembre 2019) los homicidios dolosos cometidos en Puebla por la delincuencia organizada (ejecuciones) disminuyeron en 65%, al pasar de 1,041 a 373 casos.

Al respecto cabe precisar que en el periodo diciembre de 2017-septiembre de 2018, el total de homicidios dolosos registrados en Puebla (sin descontar los que no estuvieron relacionados con la delincuencia organizada) fue de 918 casos, que significa una diferencia de 123 homicidios no registrados en el SNSP.

Si el análisis fuera “espejo”, es decir 10 meses a partir de diciembre de 2018 hacia adelante comparados con los 10 meses hacia atrás (hasta febrero de 2018), en el primer periodo se cometieron 937 homicidios dolosos y no 1,041 casos, es decir hay una diferencia de 104 homicidios. De acuerdo a la Secretaría de la Defensa Nacional entre enero y septiembre en Puebla se registraron 850 homicidios dolosos.

Cabe agregar que entre enero y agosto de 2019 la incidencia delictiva en Puebla aumentó 34.9% respecto del mismo periodo del año anterior, al pasar de 40 mil 142 delitos en 2018 a 54 mil162 en 2019. No obstante, la entidad se ubicó en la posición 20 del ranking nacional en tasa por cada 100 mil habitantes, donde 1 es mejor y 32 el peor. 

El homicidio doloso aumentó en 2.8% al pasar de 743 en 2018 a 764 casos en 2019 en periodos similares. Pese a lo anterior, la entidad poblana se ubicó en la posición 16 del ranking en tasa por cada 100 mil habitantes, donde 1 es mejor y 32 el peor.

El feminicidio se incrementó en 166%, al pasar de 15 casos en 2018 a 40 en 2019.

Otros delitos que se incrementaron significativamente fueron el secuestro en 42.3%, al pasar de 52 casos en 2018 a 74 en 2019 y robo a casa habitación en 23.4%, al pasar de 1,476 a 1,822 casos.

Cabe hacer la aclaración que a la administración local solo le corresponden las cifras de agosto del año en curso, sin embargo, la metodología de análisis exige comparar periodos similares de años anteriores y eventualmente los denominados “análisis espejo”.

En virtud de lo anterior, no estaría mal considerar las recomendaciones que en materia de seguridad pública ofreció el Secretario de la Defensa Nacional, en el sentido de depurar los cuerpos de policía a través de las evaluaciones de control de confianza, como lo mencioné en mis columnas del 1º de julio, 4 de septiembre y 2 de octubre del año en curso, así como fortalecer el trabajo de inteligencia y revisar los establecimientos donde se venden autopartes (atención de los mercados ilícitos).

Por cuanto a mis paisanos, deberían tomarle la palabra al Presidente de la República cuando le pidió al “General Bucio” (comandante de la Guardia Nacional con mando civil) para que atienda el asunto de la seguridad en la Mixteca alta, ya que según habitantes de la región, ocultándose el sol los productores de tomate, jitomate, cebolla y chile, además de otras frutas y legumbres procedentes de los campos ubicados entre las comunidades de Tula-Cuatro Rayas, Huejonapan-Almolonga y Pixtiopan-Coyotepec no pueden salir rumbo al mercado de Huixcolotla o la Central de abasto de la CDMX, porque les son robados sus camiones con sus cosechas e incluso son privados de la libertad, algo que hasta 2014 no sucedía.

Y aprovechando el viaje, también le exijan al titular del Ejecutivo Federal que, así como mandó tapar los baches de la carretera que va de Axochiapan, Morelos a Chiautla de Tapia, Puebla, en el mismo paquete arregle la vía que une a La Colorada (Cuapiaxtla) con Acatlán de Osorio pasando por Tepexi de Rodríguez e Ixcaquixtla, sirve que así transportan sus productos a través de carreteras seguras y en mejores condiciones.

Versión no contada.  Para determinar los puntos donde deberían instalarse los Arcos de seguridad en la entidad fue necesario tomar en cuenta infinidad de variables, además de la incidencia delictiva, que entre 2013 y 2014 era de las mejores a nivel nacional en todos los delitos.

La actividad agropecuaria y de la industria del mármol y otro tipo de cantera de la Mixteca alta poblana fue determinante para ubicar el Arco de Cuapiaxtla de Madero, punto neurálgico para el flujo de mercancías y productos del campo que arriban o salen de los mercados de Huixcolotla, Acatzingo, Tepeaca e incluso de Tehuacán y la capital del estado.

Si hoy fuera necesario ubicar un Arco de seguridad en esta región del estado de Puebla, sin duda estaría en el mismo corredor. Solo faltaría instalar uno más entre Azumbilla y Tehuacán, para que la entidad disponga de los puntos de revisión presencial y remota que garantizarán la seguridad de los poblanos. Enhorabuena por verlos funcionar nuevamente.

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