Guardias Ciudadanas, a tiempo de aclarar su origen y función

Por Facundo Rosas / /
Guardias Ciudadanas, a tiempo de aclarar su origen y función
Foto: Especial

 

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Luego de que en 2018 un grupo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Puebla reprobara sus exámenes de control de confianza y no fuera posible sostenerlos en la corporación con sus mismas funciones, las autoridades locales decidieron crear las autodenominadas “Guardias ciudadanas”.

Sin mayor fundamento legal y con la única intención de no ver mermado el estado de fuerza (entendido como la cantidad de elementos policiales de una corporación), reunió a los casi 100 efectivos que ya no podían realizar labores operativas, los uniformó, dotó de chalecos balísticos y bastón policial (PR-24 y candados de mano) y los destinó a “resguardar” inmuebles municipales, así como a atender a los ciudadanos.

Con un presupuesto para todo 2018 de 10 millones de pesos, a este grupo de guardias se les encomendó auxiliar y brindar apoyo a la policía y tránsito municipal (sin poder levantar infracciones), así como custodia de inmuebles oficiales, recorridos de supervisión en colonias, atención en vía pública para combatir el ambulantaje, brindar información turística, atender faltas administrativas y auxiliares de protección civil.

A partir del 19 de junio del 2018 inició sus operaciones en la capital poblana con la custodia de los edificios de la Secretaría de Gobernación y Tesorería municipal; más tarde extendió sus labores hacia el edificio de Regidores y el propio Palacio municipal, que hasta ese entonces eran resguardados por la policía municipal.

Esta iniciativa fue secundada por los municipios de San Andrés y San Pedro Cholula, así como Cuautlancingo. En el caso de San Andrés, en el transcurso del 2019 convocó a jóvenes a integrarse a la “Guardia ciudadana, sin presentar evaluaciones de control de confianza, como lo marca la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública en la cual el término de coadyuvante solo aplica a los servicios de seguridad privada. Además, en la Ley Nacional de Uso de la Fuerza, tampoco está contemplada la figura de “guardias ciudadanas”.

Siguiendo esta inercia, en lo que va de 2019 algunas juntas auxiliares del municipio de Puebla integraron grupos identificados como “guardias comunitarias” que en teoría se hacen cargo del resguardo de la seguridad de algunas colonias, con el argumento de que la policía municipal no las apoya cuando la requieren. Es el caso de La Resurrección donde sus integrantes se ubican más cerca de los “grupos de autodefensa”, que de las “guardias ciudadanas”  

Cabe aclarar que las “guardias ciudadanas”, “guardias comunitarias” y “grupos de autodefensa” no están contemplados en la legislación estatal y en la Ley General del SNSP, por lo que su operación representa más un riesgo que un beneficio para la sociedad, independientemente de los argumentos con los que fueron creadas.

Además, integrar las denominadas “guardias ciudadanas” a partir de elementos que no fueron aptos en control de confianza es desdeñar la importancia de la atención de las víctimas de un delito y ciudadanos en general, la cual debe ser prioridad para las áreas de gobierno vinculadas a la seguridad y que tienen contacto directo con el público.

A partir de esta premisa, cuando se diseñó la Ley General del SNSP y en particular el funcionamiento de los C4 (que fueron evolucionando en C5 con diferentes “apellidos”) un elemento esencial fue que las personas que se hicieran cargo de las denuncias deberían estar aprobados y certificados, para evitar fugas de información y que ésta llegara a los grupos delictivos.

La importancia del control de confianza es tal que en el estado de Veracruz, el Fiscal General en funciones fue removido por el Congreso local por no haber presentado y aprobado sus evaluaciones en esta materia como lo marca la Ley. Esta medida fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al considerar que fue realizada en completa legalidad.

Habría que subrayar que la destitución del Fiscal veracruzano puso la “vara muy alta” a los mandos superiores y elementos vinculados a la seguridad pública (El Heraldo de México 5 de septiembre 2019) que no hayan cumplido con la evaluación y certificación en materia de control de confianza.

En cuanto a las denominadas “guardias ciudadanas”, no estaría por demás revisar el fundamento legal de su creación y funciones, ya que en el municipio de Puebla, su origen se ubica en personal que no aprobó control de confianza y fue destinado a funciones que exigen un permanente contacto con la ciudadanía, mientras que en San Andrés y San Pedro Cholula, así como en Cuautlancingo, se ubican en la antesala pero al margen de la función policial, una suerte de “aspirantes” permanentes por decir lo menos.

Por cuanto a la “guardia comunitaria” de La Resurrección, el tema es más complejo en virtud de que puede tratarse de una iniciativa necesaria y de buena fe, sin embargo, requerirá una profunda revisión en términos operativos y legales para no contravenir ordenamiento municipal, estatal o federal alguno. 

Versión no contadaEl surgimiento de “grupos de autodefensa” en Michoacán durante 2014 inspiró a algunos ciudadanos organizados de diversas partes del país a seguir su ejemplo. El estado de Puebla no fue la excepción y algunos de ellos se apresuraron tanto que llegaron a confundir el trabajo político de resistencia civil con la defensa armada.

Este fue el caso de San Gabriel Chilac, donde en enero de 2014 algunos de sus habitantes trataron de saltar del terreno político al combate a la delincuencia, bajo el argumento de que la autoridad municipal y estatal no hacía nada al respecto.

Una respuesta oportuna en términos políticos y de atención a sus demandas permitió que desde entonces ninguna iniciativa de este tipo haya progresado, por más lejanas que estén las comunidades o juntas auxiliares respecto de la cabecera municipal.

Estamos a tiempo de aclarar las diferencias entre “guardias ciudadanas”, “guardias comunitarias” y “grupos de autodefensa”, antes de que se interpreten como sinónimos y se conviertan en una salida falsa para la organización social.

 

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