Casa Aguayo, el lugar donde por cuatro años el exgobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta rindió sus videoconferencias matutinas. Hoy lo despidió con mariachis, flores, porras y cientos de personas que llegaron a darle el último adiós.
Eran las 10:30 de la mañana y, los mariachis salieron del mercado de El Alto, atravesaron la calle y comenzaron a dialogar: “vamos a entonar primero La feria de las flores, luego el Rey y al último Hoy en tu día, todo listo”, culminaron.
En espera de la llegada de los restos mortales del gobernador Miguel Barbosa, los medios de comunicación estatales y nacionales comenzaron a darse cita. Los ojos de todo México estaban en Puebla, como no, si falleció el tercer gobernador en menos de seis años.
A las 11:00 horas se escuchó el sonido abrumador de las sirenas de cada patrulla que encabezaba el cortejo fúnebre. Se acercaban sobre el Boulevard 5 de Mayo rumbo a Casa Puebla. Cinco minutos después arribó por la parte trasera la carroza blanca. Se detuvo enfrente de la puerta principal del inmueble, y de un carro que venía atrás, bajaron su esposa e hijos.
A la par de esto, se escuchó la música del mariachi con La feria de las flores, precisamente, su esposa e hijos decidieron abrir la puerta de la carroza y posar junto al féretro de Miguel Barbosa. La imagen fue dolorosa, una esposa incondicional que había perdido a su esposo y dos hijos que habían perdido a un padre, nadie pensaba en el gobernador.
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Pasadas tres canciones, sus ojos se llenaban de lágrimas, los hijos solo veían al cielo y entre palabras agradecieron a los músicos las muestras de cariño. Ellos declararon que con todo respeto siempre complacieron al gobernador en las canciones que más pedía, su favorita: Hoy en tu día.
Avanzaron para ingresar y las muestras de cariño por funcionarios públicos no se hicieron esperar.
Mensajes dentro de Casa Aguayo
Al ingreso a Casa Aguayo, Rosario Orozco fue la primera en tomar la palabra. Recordó que Miguel Barbosa combatió la corrupción de administraciones pasadas y que la tristeza inunda a Puebla este día.
Posteriormente, habló Andrés Manuel López Obrador, quien destacó su amplia amistad y su iniciativa por realizar una megamarcha para celebrar los cuatro años de la Cuarta Transformación.
Las guardias de honor fueron realizadas por su familia, diputados locales, funcionarios federales, secretarios del gabinete y presidentes municipales.
Poca gente empezó a llegar, luego de la invitación que externó el gobierno estatal, en fila empezaron a ingresar para despedirse del cuerpo. Un protocolo exigente para no acceder celulares en mano y evitar videos y fotografías. Algunos accedían con arreglos florales, algunos niños con dibujos y cartas.
La banda sinfónica de la Secretaría de Seguridad Pública se mantuvo tocando todo el tiempo. En especial la canción Hoy toca ser feliz de Mago de Oz, que el gobernador de Puebla pidió se tocará el día que muriera.
A las 5 de la tarde, Casa Aguayo se silenció y el cortejo fúnebre partió. Esta sería la última vez que Miguel Barbosa Huerta pisara el inmueble, aquel que le sirvió en la toma de decisiones con música de mariachi de fondo.
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