Toda reforma importante en el Congreso de Puebla presentada en los últimos años sobre violencia de género, lleva el nombre de Aurora Sierra Rodríguez, la legisladora que perdió la vida durante el pasado 8 de agosto.
La representante de Cholula, rompía los límites de su distrito para enfocarse en temas más profundos, que involucraban a cada mujer y cada niño del estado.
Llegó a la LXI legislatura en septiembre del 2021. Como otras tantas compañeras, ocupó su curul con el semblante ensimismado de quien acaba de llegar a un lugar nuevo, siendo su primera vez como legisladora.
El estupor no duró demasiado. Sus conocimientos como licenciada en Relaciones Internacionales y maestra en Fiscalización y Rendición de Cuentas, pronto supieron encontrar un vasto océano para desenvolverse.
Eso, sumado a su altura, su gruesa voz y a su imponente porte, que contribuyeron a ganarse el respeto de las y los diputados que llevaban, al menos, su segunda vuelta como legisladores.
Su personalidad desafiante y estricta era visible en cada posicionamiento; en su firme manera de subir a la tribuna y de dar entrevistas a la prensa. El carácter disruptivo de sus iniciativas, hicieron que ganara el epíteto de la panista más progresista: una fórmula que parece inverosímil.
Al conocer su muerte, lo inmediato en la memoria de algunos que pudieron conocerla, fue su amplia disposición para servir de enlace en lo que fuese: respaldo a artesanos y, principalmente, para las víctimas de la violencia de género.
Las batallas de Aurora Sierra
Su disciplina contribuyó a que ganara amigos o enemigos dentro del Congreso, sobre todo, por su manera de seguir distintas causas feministas que, en muchas ocasiones, le ganaron comentarios adversos sobre un aparente oportunismo.
Sin embargo, había una certeza: Aurora Sierra era una de las pocas diputadas de Puebla que podía presumir con fundamento una lucha de causa, basada en sus experiencias.
Llegó al Congreso, cargando la sombra de su exesposo y agresor, el exdiputado de Nueva Alianza Víctor Hugo Islas. El 10 de agosto del 2021, orquestó la detención de Aurora Sierra por un presunto robo de auto, con la intención de meterla a la cárcel.
La diputada logró salir y comprobó que el vehículo era de su propiedad. En consecuencia, en octubre de ese año, el político fue aprehendido por falsedad de declaración. Después, le imputaron violencia familiar. Sin embargo, salió en libertad el 31 de mayo de este 2023.
Decimos la “sombra” de Víctor Hugo, pero es menos que eso. Aurora Sierra siempre tuvo fuerza, una intensa de voluntad que constantemente se veía en sus iniciativas y en el valor de declarar contra la violencia que sufren las mujeres día a día.
Es imposible ignorar que Aurora Sierra fue una de las principales impulsoras de la tipificación de la violencia ácida en Puebla. Ayudó a que el estado fuera la primera entidad de México en lograrlo, con su aprobación el pasado 2 de marzo.
Una reforma de semejante importancia, no estuvo exenta de riñas por egos políticos. En total, fueron cinco iniciativas las que varios legisladores presentados, que quedaron homologadas en una sola.
Ley Malena
En las vísperas de la aprobación, Aurora Sierra tuvo diferencias con el diputado y dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, el primer “proponente” de la iniciativa. La panista insistió en que la nombraran “Ley Malena”, en honor a la saxofonista María Elena Ríos. Sin embargo, el líder priista pugnó por, más bien, darle el reconocimiento a Carmen Sánchez, primera activista que combatió los ataques de ácido.
Es injusta tu partida.
— • 𝐄𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐑í𝐨𝐬 🎷 (@_ElenaRios) August 10, 2023
Siempre tuviste miedo tras haber quedado libre tu agresor y aún cargando con puños de emociones, nunca dejaste solas a las mujeres.
Descansa en Paz amada amiga @AuroraSierraR, la #LeyÁcida que impulsaste en Puebla no será en vano, te lo prometo 💜🕊️. pic.twitter.com/2AhX5eI7yK
Aurora Sierra, confió en sus ideales y pugnó para que prevaleciera como “Ley Malena”. El día de la votación, María Elena Ríos dijo que Néstor Camarillo no quería nombrarla así. Esto, debido a que su agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, venía del mismo partido.
Su personalidad también quedó inscrita en la llamada “Ley Monzón”. La cual, impide a feminicidas tener la patria potestad de los hijos que tuvieron con la víctima.
La luz sonrosada que representa su nombre fue vista en noticieros nacionales. Donde habló abundantemente de la importancia de esta iniciativa, que primero elaboró Mónica Silva Ruíz.
“Me siento mal”
Aurora Sierra siempre se supo en peligro. Lo expresó cuando inició como diputada en 2021, al no querer declarar sobre Víctor Hugo Islas. Y lo reiteró el pasado 2 de junio, cuando dijo:
Todos los días temo por mi vida”.
Pero no, ningún atentado la apartó de su familia. Desde la mañana, la diputada dijo no sentirse bien. Le hicieron una prueba Covid que arrojó un resultado negativo. Acudió a un chequeo médico y ya no salió. Falleció de un infarto.
El Congreso de Puebla ha vestido de luto en menos de un año, pues tres moños han sido colocados en la entrada principal. El de Aurora Sierra; el del diputado y fundador del PT, Mariano Hernández Reyes, y el del exgobernador Miguel Barbosa Huerta.
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La muerte de la diputada Aurora Sierra, ocurrió horas después del deceso de la regidora de Morena en Puebla, Ana Laura Martínez Escobar, una de las fundadoras del partido. Es como si Puebla cargara una pesada maldición que desconoce.
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