No cabe duda que, ya estamos en guerra. La primera batalla será como ya lo dije como disco rayado, el Consejo Estatal y la dirigencia de Morena en Puebla. Y en tiempos de guerra cualquier aliado es bienvenido.

Es así como un grupo al interior de Morena ha iniciado un despliegue de recursos económicos y humanos para hacerse del partido en Puebla. Sí, la cereza del pastel y que todos ambicionan, pero en especial un personaje.

Tanto es el deseo por tener el control del partido lópezobradorista que ya está echando mano de impresentables como el priista Carlos Barragán en la Sierra Norte de Puebla, mientras que, para la Sierra Nororiental del alcalde de Teziutlán, Carlos Peredo Grau.

La idea es muy sencilla, colocar al menos a 8 de 10 consejeros de Morena en los distritos de sus regiones. O sea, el 1 federal de Xicotepec de Juárez y el 3 de Teziutlán. Me queda claro que no solo el senador Alejandro Armenta se anda robando las estructuras del PRI.

En el municipio de Puebla andan operando ya con todo un perredista de nombre Jorge Mota, así como Agustín Guerrero quien no tiene mucho que llegó a Puebla y ahora se anda paseando por todos lados para ser el nuevo dirigente de Morena.

La operación política- Electoral es muy burda, al viejo estilo priista que tanto critican. Pero es toda una estrategia, una gran planeación, algo muy sofisticado. El día de la votación llegarán todos estos mapaches a las 40 casillas que se instalarán en el estado con toda su gente.

Es más, van a acampar ahí para que en cuanto se abran todos pasen a votar a fin de acabarse las boletas antes de que los morenistas de la bases, los que no pertenecen a ningún grupo político lleguen a elegir a sus consejeros, así todo quedará muy bien controlado y por fin la tan anhelada cereza del pastel pasará a manos de este grupo.

El problema es que ante una aplanadora de esa magnitud, con tal despliegue de recursos materiales y humanos, poco se podrá hacer.