El fraude de la Auditoría Forense

El auditor suspendido, Francisco Romero Serrano está muy seguro, según la entrevista que dio a Proceso, que su trabajo en la Auditoría Superior del Estado (ASE) ha sido de lo más pulcro y que no ha hecho más que auditar y denunciar el desvío de recursos de casi cincuenta ayuntamientos y dependencias.

Sin embargo, la revisión que a partir de su salida comienzan a hacer a la Auditoría demuestra lo contrario. En las últimas horas se ha puesto en evidencia un fraude del que tal vez Romero Serrano no fue informado, que desconocía por la excesiva confianza que tenía, tiene, para con su titular, Gabriel Hernández Campos.

Los pongo en contexto.

En el 2020, se destinaron 20 millones de pesos del presupuesto de la ASE para la creación de la Auditoría Forense, que se encargaría de revisar y denunciar penalmente el desvío de recursos.

En el 2021, el monto fue de 105 millones 662 mil pesos solo para la creación de un laboratorio forense de calidad, obras y recursos. En ese año el aumento de recursos para la ASE fue histórico, así como su presupuesto ejercido.

¿Qué resultados esperarían de un área que hasta ahora ha devengado más de 125 millones de pesos?

No hay, todo fue un fraude orquestado por Hernández Campos quien omitió información sobre las auditorías y denuncias que presentaron.

En total, según declaraciones que ha hecho el propio Auditor suspendido, se presentaron 44 denuncias penales. Entre ellas están los casos del ex rector de la BUAP, Alfonso Esparza; la exalcaldesa, Claudia Rivera; el exalcalde de San Pedro, José Juan Espinosa; y en el tema del Capcee.

¡De ese tamaño es la gravedad de lo que hicieron!

Y es que, estas denuncias solo están agarradas de los hilos del uso de empresas fantasma para simular operaciones financieras, lo que se conoce como “factureras”.

En el 2020, el SAT dio a conocer, lo hizo en varias ocasiones, listas de empresas que se dedicaban a vender facturas para ayudar a los gobiernos a desviar recursos públicos.

La Auditoría Forense lo único que hizo, según me dicen mis fuentes, fue encontrar estas empresas entre la lista de proveedores de Esparza, Claudia Rivera y José Juan Espinosa y, con eso como prueba, presentar las denuncias.

Hasta ahí todo hubiera estado bien, si después de ello hubieran fundamentado el desvío de recursos, la inexistencia de obra o materiales, pero no lo pudieron hacer, no con los montos estratosféricos que esperaban. En ninguno de los casos juntaron siquiera un millón de pesos.

¡Peor!

A la hora de sentarse a revisar los montos, se dieron cuenta que más del 90% de los recursos son federales y que quedaban fuera de su jurisdicción.

Ninguna de las 44 denuncias penales presentadas por la ASE han procedido, eso es de conocimiento público.

En resumen, cada una de las 44 denuncias penales inservibles le costaron al erario en promedio 2 millones 400 mil pesos.

En la ASE sí existe en departamento de la Auditoría Forense, sí tiene personal operando, pero sin ningún caso que analizar desde que inició este año. Tampoco ese departamento cuesta la millonada que recibió.

Del Laboratorio que supuestamente iban a montar con los más de 100 millones de pesos para el 2021, no hay nada. Nada de nada.

¿Dónde quedó todo el dinero?

Gabriel Hernández, Auditor Forense de la ASE
Gabriel Hernández, Auditor Forense de la ASE

Nepotismo entre los empleados

Otro tema que abunda en la ASE y que sucede entre los mismos trabajadores es el nepotismo. Son incontables los familiares que se encuentran en la dependencia.

La subdirectora de Presupuesto Financiero, María Eugenia Carrillo, tiene a su esposo Daniel Carballido como coordinador del Área de Estatales. También a su prima, Claudia Carrillo en Desarrollo Institucional.

El titular del Órgano de Control Interno, Antonio Dinorín, tiene a su hijo Francisco Antonio Venegas en el departamento de Adquisiciones.

Además, es Antonio Dinorín quien fue omiso en revisar el currículum del auditor especial Víctor Aguilar, de quien debió reportar que tenía una empresa de auditoría externa y que, por esa razón, no podía formar parte de la dependencia.

Otro es Ricardo Márquez, el titular de Gestión Documental, quien tenía ha su hija Marlene Márquez.

Esto está por terminar, pues desde el jueves han llamado a renunciar a uno por uno, recomendados, cercanos a Romero Serrano y aviadores.

Pronto les diré más.

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Viridiana Lozano Ortíz

Viridiana Lozano Ortíz

Estudió la licenciatura en Comunicación en la BUAP, es egresada de la maestría en Letras Iberoamericanas por la Universidad Iberoamericana Puebla. Actualmente estudia la maestría en Escritura Creativa...