El inútil espejismo de los acarreos

Sí, amiga (o) lector, he de confesarle que alguna vez por casualidad y también por curiosidad, asistí a un evento político de “acarreado”. 

Acompañé a mis estudiantes a un desayuno que concentro a poco más de mil estudiantes, mi curiosidad por supuesto estaba en mirar de cerca la logística y la utilidad de este tipo de campañas propagandísticas.

Por supuesto el primer objetivo está dirigido a los medios de comunicación quienes por compromiso cumplen su función tomando distintas imágenes del candidato y su aparente “poder de convocatoria” porque de esto se tratan estos eventos, en apariencia mostrar que el político en turno es el que más aceptación tiene entre los votantes. Por ello además de la cobertura de los medios, el equipo de comunicación del partido toma fotografías desde todos los ángulos posibles para hacer más evidente el nivel de convocatoria.

Desde las entrañas de esta multitud los comentarios son varios, personas que manifiestan su descontento por ser obligados para asistir, otros que con desidia simplemente prefieren aprovechar el desayuno gratis que se les da sin menor interés por lo que el candidato tenga que decir e inclusive, muchos otros que manifiestan abiertamente ser simpatizantes de otro partido y que pese a estar ahí, su voto está decidido.

La oportunidad de oro es para el político y su capacidad de oratoria, ante este grupo tan heterogéneo de asistentes cuyos motivos para asistir son variados, el discurso será clave para aprovechar su presencia y así se nota, la exposición busca ser lo más empática posible y entre los seguidores del partido y el equipo de animación buscan contagiar a todos para impactar en sus preferencias.

Acarreos ¿en la era digital?

Tras esa experiencia vivida y observar que esta práctica sigue siendo empleada por los candidatos nos habla de que la transformación de la que tanto se habla en este país debe comenzar por estructuras tan básicas como las campañas políticas.

En una edición anterior de mi columna, citaba aquellos pre – candidatos que contrataban espectaculares para comenzar sus trabajos de Branding en donde no existía nada más allá de una imagen bonita ¿y los logros? citaba en aquel entonces, ¿por qué no comenzar difundiendo sus triunfos como políticos en lugar de sólo una imagen? Lamentablemente la mayoría de estos personajes no tenían, pese a su larga trayectoria, muchos éxitos que presumir más que su habilidad para escalar en la estructura de poder.

Lo mismo podía citar para aquellos que siguen en las prácticas de los acarreos, las campañas de imagen son cada vez menos efectivas, hoy más que nunca los ejercicios propagandísticos deben dirigirse al intelecto, ¿dónde están los miles de acarreados que se presentan en los actos de campaña cuando las cifras de voto son cada vez menores? 

Este argumento es contundente amigo (a) lector y nos demuestra que los mítines llenos de acarreados son buenos para la imagen, pero en lo político son cada vez menos efectivos. 

Parte de la “inversión” para el acarreo viene de inversionistas que participan en la campaña del candidato pero la otra la pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos, por ello debemos ser más críticos cuando somos testigos de esta práctica e invitar a estos partidos y candidatos ser más responsables con este dinero y ponerse a la altura que la política exige en nuestros tiempos cuando millones de jóvenes se alejan de la política.

Uno de los grandes aciertos del ex – presidente Obama fue una campaña que se enfocó en las redes sociales, esta acción sorprendió a su rival no sólo por llegar a los jóvenes sino porque este canal digital tiene enormes posibilidades que van desde el entretenimiento, la enajenación y hasta el pensamiento crítico.

 Hoy en día nuestro país y los cibernautas están listos para dar ese gran salto para una nueva forma de hacer política pero son los partidos los que continúan tratando a los votantes como pequeños niños, recurriendo a tácticas “primitivas” en la que los candidatos iban en carretas de pueblo en pueblo para dar sus discursos a la par de un equipo de “promoción” que traía a cientos de acarreados para escucharlo.

Los medios actuales exigen formas distintas de hacer propaganda, los medios actuales nos dan la posibilidad de construir distintos discursos y por ende nos dan la posibilidad de regresar a los ciudadanos a las urnas, dejemos atrás la torta y los gritos para las fotos y pensemos en la manera de transformar la forma de hacer política en nuestro país.

Continúa escuchando, viendo y leyendo más de mi contenido en @danielfajardomx (Facebook y Twitter), Daniel Fajardo Presenta (Spotify) y por supuesto en www.danielfajardo.mx y Derecho de Réplica.

MANTENTE AL DÍA CON TODO LO ÚLTIMO EN NUESTRO CANAL DE TELEGRAM

Te puede interesar:

BonoBus BUAP
Daniel Fajardo

Daniel Fajardo

Comunicólogo reconocido por el Ayuntamiento de Puebla como “Poblano distinguido”. Productor de contenidos para espacios de prensa, radio y medios digitales, los cuales utiliza para la difusión de...