Si los trámites no atoraron las cosas hoy deberán estar velando a José Christian Romero Aguirre, alias “El Grillo” en su natal Puebla.
“El Grillo” creció a la sombra de un personaje conocido como Antonio N. alias “El Muletas” quien controló por años el narcomenudeo en el Centro Histórico.
Inicialmente “El Muletas” comercializaba marihuana hasta que introdujo el cristal. Para la época en que “El Grillo” se volvió uno de sus hombres más cercanos pactaron con el líder ambulante de Fuerza 2000, Federico López, la no agresión en el Centro Histórico de las calles 12 a la 18 Poniente.
Pero, “El Muletas” adiestró demasiado bien a “El Grillo” quien en poco tiempo le dio la vuelta y con varios de los personajes con los que creció en la zona de Lomas del 5 de Mayo controló otros espacios.
“El Grillo” se rentó como grupo de choque en las elecciones del 2018 y fue famoso cuando apareció con una camioneta blanca llena de hombres armados en la zona de Barranca Honda.
Miguel Barbosa Huerta siempre ubicó que la violencia generada por “El Grillo” y varios de sus hombres alineados en distintos mercados de la ciudad le costaron las elecciones de 2018. Y jamás se lo perdonó; antes que un narcomenudista, “El Grillo” era un delincuente electoral.
Según las áreas de inteligencia del estado controló narcomenudeo, robo a transportista, robo de vehículo, extorsión y robo de hidrocarburo. Además de que se le relacionó en múltiples homicidios.
Cuando su estructura alcanzó la mayor de las operaciones controlaba a los narcomenudistas en la zona norte y sur del municipio de Puebla.
Sin embargo operaba desde el Mercado Morelos donde tenía varias bodegas en las que almacenaba armas de fuego, droga y objetos robados.
Además tuvo un predio exclusivamente para sus ejecuciones que después lo convirtió en narcofosa.
Lo detuvieron el 24 de julio del 2019 en la alcaldía de Xochimilco en Ciudad de México. Después de que una de sus parejas, Carolina N. alias “La Patrona”, lo entregó a cambio de poder escapar.
Tras una corta estancia en Tepexi de Rodríguez lo enviaron al penal federal de Miahuatlán, en Oaxaca. Ahí enfrentaba proceso por homicidio, extorsión y narcomenudeo, junto con Julio Cesar R. alias “El Julio Mix”, quien fue uno de sus hombres más cercanos.
Las últimas horas de “El Grillo” fueron atroces. Le dieron “un levantón” dentro del centro penitenciario. La versión oficial fue que murió de “causas naturales”.
Claro, es natural que te mueras después de una golpiza tumultuaria. Lo sacaron de su celda y regresó hecho un trapo.
En efecto, la salud de José Christian Romero Aguirre ya se encontraba deteriorada desde el año pasado que, en un intento de motín lo hirieron de gravedad en una pierna, la cual jamás pudo salvar.
Aún se desconoce si lo asesinaron otros internos o los mismos custodios del centro penitenciario.
El velorio está en veremos. A su familia la han sometido a una serie de amenazas después de que el grupo de Roberto Oropeza alias “El Gabo” o “El Gato” tomó control del narcomenudeo en puntos específicos del Mercado Morelos.
Sus vecinos de Lomas de 5 de Mayo, el barrio que lo vio crecer, desconocen si habrá un velorio usual. Ya que su familia se encuentra petrificada por temor a quienes ahora controlan el Mercado Morelos.
Aunque a Roberto Oropeza lo detuvo en la semana la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, todavía hace unos días los locatarios del Mercado Morelos eran extorsionados para aportar una lanita a sus abogados.
Así es, encima de ser azorados por este nuevo grupo delictivo tendrían que pasarle una cuota a sus compinches para pagar la defensa y su eventual libertad.
Pero esa es una historia que deberá ser contada en otro momento.
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