La directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza-UPAEP, Rocío Baños Lara, alertó a los adultos mayores para que extremen precauciones ante la llegada de la viruela del mono a Puebla, pues no hay la certeza de que la vacuna contra la viruela les brinde inmunidad.
En rueda de prensa, la investigadora explicó que la viruela símica no es una enfermedad de transmisión sexual. Además, pidió que no se estigmatice a ningún grupo social por la propagación de esta enfermedad, ya que puede atacar a cualquier persona sin importar edad o identidad sexual.
En relación a la inmunidad que genera la vacuna de la viruela contra la viruela del mono, la investigadora sugirió a los adultos mayores que tengan precaución, porque las autoridades sanitarias no están seguras que esa protección esté presente en la actualidad.
Además, Rocío Baños explicó que existen casos en donde personas con una vacuna de la viruela se contagiaron del virus.
Es un asunto que debemos de seguir con cuidado sin adelantar conclusiones. En principio, podríamos decir que la inmunidad de la vacuna ofrece protección, pero no estamos seguros que esa inmunidad esté presente en este momento”, detalló la investigadora de la UPAEP.
Rocío Baños hizo hincapié en que todas las personas son susceptibles de padecer la viruela del mono sin importar edad, sexo o identidad sexual.
Sobre los prejuicios que padece la comunidad LGBTTTIQ por la propagación de este virus, la experta detalló que la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual. Y dijo que sí hay propagación mediante el contacto íntimo con una persona que padece el germen, cualquier sector de la sociedad se puede contagiar.
Obviamente en un encuentro sexual implica un contacto más íntimo. Entonces, eso es mucho más probable que (…) esa enfermedad se transmita más fácilmente, pero, insisto, no debemos estigmatizar a ningún grupo porque no es una enfermedad de cierto grupo”, puntualizó Rocío Baños.
La investigadora también pidió a la población que evite el contacto directo con las personas porque, en la actualidad, se disemina de una forma diferente a como ocurría en África.
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Medidas de prevención
De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud del gobierno federal, la viruela del mono es una afección que no representa un peligro para la población.
Según los registros de los contagios, la enfermedad la transmiten animales salvajes, entre las especies propagadoras del virus se encuentran ardillas, primates y ratones endémicos del centro de África.
Aparte del contacto con un animal salvaje que porta la enfermedad, el virus del mono se puede propagar cuando se come carne de animales infectados y con el contacto de personas que padecen el germen. Pero también mediante el tacto de objetos contaminados con los flujos de los pacientes o sus heridas.
Principales síntomas de la viruela del mono:
- Fiebre de 38 grados.
- Dolor de cabeza.
- Agotamiento.
- Dolores musculares.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Debilidad profunda y sarpullido en la cara y manos, que se extiende en todo el cuerpo.
Para prevenir la enfermedad, la Secretaría de Salud recomienda:
- No exponerse al contacto físico con personas infectadas o con sospecha de que portan el virus. Además, evitar el tacto con objetos personales o de atención médica.
- Lavarse las manos con agua y jabón, o el uso del gel antibacterial.
- Cubriese la nariz y boca con las parte interna del codo al estornudar o toser.
- Usar cubrebocas.
- Lavar la ropa, toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer con agua tibia y detergente.
- Limpiar y desinfectar superficies contaminadas.
- Al presentar síntomas, evitar el contacto con otras personas.
- Los pacientes deben permanecer en aislamiento.
- Evitar acudir a lugares concurridos.
Caso sospechoso
El pasado, 4 de agosto CENTRAL informó que personal del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) analiza unas muestras que la Secretaría de Salud le envió de un caso sospechoso de la viruela el mono.
Además, la Secretaría de Salud comunicó que los dos pacientes que atendían por el virus de la viruela del mono se recuperaban de la etapa de costras cutáneas, etapa de la enfermedad que no les causó ninguna complicación.
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