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El  procurador de los Derechos Universitarios de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Puebla, Juan Alberto Corona Román, dejó en claro que la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual, por lo que lamentó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estigmatice a la comunidad LGBTTTIQ al hace creer que sus integrantes son los propagadores de dicho mal.

En entrevista para CENTRAL, el investigador sobre derechos humanos declaró que esa desinformación puede desembocar en actos discriminatorios por grupos con posturas en contra de la diversidad sexual. Por lo que hizo un llamado a las autoridades para que informen de manera correcta la forma en que se propaga la enfermedad.

De hecho, en Estados Unidos, se tiene registro de casos de viruela del mono en niños y mujeres. Esta evidencia demuestra que la preferencia sexual no es una condicionante”, aclaró el investigador en derechos humanos.

Al enfatizar que la Organización Mundial de la Salud aún no cataloga a la viruela del mono como una enfermedad sexual, Juan Alberto Corona señaló que no se pueden dar recomendaciones sobre el uso del condón a un sector social especifico.

Ante esta nueva contingencia sanitaria, el investigador expresó que deben evitarse los actos discriminatorios que padeció la comunidad LGBTTTIQ, en los años 80´s y 90´s, por la mala información sobre los contagios del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Viruela del mono no es enfermedad de transmisión sexual: Ibero
Ilustración enfermedad de transmisión sexual

Informar sin estigmatizar

Juan Alberto Corona explicó que hace unos días durante la Conferencia Internacional del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) del Programa Conjunta de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), en Montreal, Canadá, una de las mayores preocupaciones fue la manera en cómo la Organización Mundial de la Salud estigmatiza a la comunidad LGBTTTIQ.

Para ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud estigmatiza a la comunidad LGBTTTIQ cuando sugirió a homosexuales y bisexuales que redujeran el número de sus parejas, o intercambios sexuales para evitar el contagio de la viruela del mono, que fue tratada como enfermedad de transmisión sexual.

Además, para generar una campaña de prevención adecuada, el ONUSIDA pidió a la Organización Mundial de la Salud que defina, bajo criterios científicos, si a la viruela del mono la iba a considerar como una enfermedad de transmisión sexual.

Ilustración enfermedad de transmisión sexual

Y es que de  acuerdo con información de la OMS, hasta el 23 de julio, el 90% de las personas que padecían viruela símica, eran hombres que tuvieron relaciones sexuales con personas de su mismo género.

La OMS también explicó que el modo de contagio de esta enfermedad es por contacto directo con una persona con una erupción cutánea de viruela símica; por estar en un lugar contaminado por el virus; al respirar escamas de piel o del microbio; mediante el tacto de las úlceras, lesiones o llagas en la boca; y, en casos de mujeres embarazadas, las madres pueden transmitir al feto la viruela del mono, también por contacto de la piel en el momento del nacimiento y durante la lactancia.

El pasado 4 de agosto, CENTRAL informó que en Puebla existen dos personas que padecen viruela del mono y un caso sospechoso se examina el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos de la entidad.

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Sarcoma heterosexual

Durante un contexto homofóbico por la enfermedad del SIDA, el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad mental.

Sobre aquellos años, el escritor Wenceslao Bruciaga recordó en su texto “Ser gay no es fácil” que, a principios de los años 80´s, los medios de comunicación estadounidenses publicaron información sobre Gaetan Dugas, a quien responsabilizaron de introducir el SIDA a los Estados Unidos.

Viruela del mono no es enfermedad de transmisión sexual: Ibero
Ilustración enfermedad de transmisión sexual

De acuerdo al Centro para Control de Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, Gaetan padecía un mal que denominaron neumonía gay, afección que solo lo habían detectado en cinco homosexuales.

Antes de padecer síntomas similares a la neumonía y yagas parecidas al Sarcoma de Kaposi, Gaetan trabajó  en la compañía AirCanada. En sus tiempos libres, le gustaba ir a bailar a las discotecas y tener sexo.

A los médicos que lo atendieron les explicó que en Estados Unidos tuvo más de 2000 relaciones sexuales con diferentes hombres.

Aquella declaración, la falta de información provocó que un sector conservador de la sociedad acusara a los homosexuales de propagar la enfermedad que denominaron como “la peste rosa”.

El SIDA amenazaba a la comunidad homosexual del mundo entero. Las muertes se multiplicaron a una velocidad alarmante. Y la homofobia cobró porciones monstruosas, alimentándose de rumores infundados. En los 80, parecía que con solo tocar la uña de un homosexual podría contraer el VIH”, recordó Wenceslao Bruciaga.

Por esta situación, el escritor explicó que durante las marchas para conmemorar los actos de Stonewall, la comunidad LGBTTTIQ exigía a los gobiernos una cura para el SIDA, porque la sociedad los aislaba y, en muchos casos, les negaba atención médica.

Cuando se publican las noticas de que Freddy Mercury, el vocalista de Queen, y actores como Rock Hudson eran portadores de VIH, el mundo cayó en una paranoia”, señaló Wenceslao Bruciaga.

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