29 de Marzo del 2024

Los Platos Rotos

Por Ricardo Gali / /
Desde el inicio del sexenio se avizoraba lo que se venía con la cancelación de las subastas eléctricas; sin embargo, el golpe de gracia se ha dado con el acuerdo emitido por el secuestrado CENACE (Centro Nacional de Control de Energía), que fue publicado en el DOF del pasado 15 de mayo, con el cual el gobierno pretende cerrar las puertas a las energías renovables y consecuentemente quitar del mapa a México como un país atractivo para invertir.

El Gobierno de López Obrador ha sacado las garras una vez más, dando muestra que no le importa alejar a la inversión tanto nacional y extranjera, donde el mensaje que se transmite, es que México es un país poco confiable, incapaz de respetar lo pactado y que con la mano en la cintura cambia las reglas del juego, dejando con la boca abierta a miles de inversionistas que confiaron en nosotros para desarrollar proyectos de energías renovables.

Con el acuerdo publicado, el gobierno demuestra que su creencia ideológica pesa más que el interés colectivo, transfiriendo a los mexicanos el costo de sus ocurrencias, arrebatándonos la posibilidad de acceder a energía barata y limpia, que a su vez se traduce en el rechazo a la generación de empleos a través de la inversión en este tipo de proyectos.

Mientras en el resto del mundo se camina hacía energías renovables para contrarrestar el cambio climático, en México el gobierno, más no los mexicanos, ha decidido meter reversa a lo logrado, tirando por la borda el potencial de nuestro país para ser líder en la generación de energías renovables. Prueba ello, son los datos de 2018, donde México se encontraba dentro de los diez países más atractivos para este tipo de proyectos, consiguiendo que cerca del 25% de la electricidad consumida en nuestro país fuera generada a partir de este tipo de energía.

Hoy la apuesta es desplazar a las energías renovables y a los privados que han invertido, y en su lugar reabrir paso al contaminante combustóleo de Pemex, que actualmente por los tratados internacionales existentes en materia de cambio climático es imposible de colocar por sus altos niveles de azufre que son sumamente dañinos para el medio ambiente y la salud de las personas.

Al apostar por este tipo de generación de energía, se vulnera el derecho de los mexicanos a la salud y a un medio ambiente sano, sin mencionar la afectación a la libre competencia por intentar favorecer a la CFE en lugar de promover que evolucione y encuentre alternativas para ser una empresa competitiva y sustentable.

El capricho nacionalista para combatir al maligno neoliberalismo que pretendía que los mexicanos pagáramos menos por la luz, nos costará muy caro a largo plazo, ya que, nuestro país requiere de inversiones especialmente en el sector eléctrico, donde se estima que la demanda en los próximos 10 años se duplicará y que, para poder satisfacer la misma, se requiere invertir alrededor del 9% del PIB.

Al despreciar la inversión privada, el gobierno deberá asumir dicho costo, sin embargo, lo más desastroso, es que destinará dichos recursos en plantas más contaminantes y costosas que en el largo plazo traerá consecuencias para la salud de los mexicanos y a su vez retrasará el desarrollo de nuestro país por varias décadas.

Lamentablemente, y como ya es sabido, las decisiones erróneas de la actual administración, terminarán por ser una factura que tendremos que pagar las futuras generaciones, seremos nosotros como jóvenes a quienes nos tocará pagar los platos rotos de una generación de políticos viejos e ignorantes, que apuestan por regresar al pasado, en lugar de ver al futuro y sentar las bases para lograr un México competitivo y sustentable.

ANTERIORES

Puebla GOb

Puebla GOb