Estaba yo muy contento en mi oficina, un día cualquiera, tomándome mi cafecito rutinario de 11 am, cuando de pronto recibí una llamada de mi mamá, su tono era un poco preocupado, y entonces me preguntó:
Hijo, ¿es cierto que a partir de este mes van a desaparecer todas las tarjetas bancarias y se unificarán los bancos para crear una sola tarjeta?
Es que está aquí en la casa un señor platicando con tu papá y conmigo sobre esto, y quiere que le firmemos un papel y que le demos nuestras tarjetas para que él las unifique y nos traiga la nueva.
Entonces le contesté: mamá, eso es una rotunda mentira, el señor es un estafador, ¿cómo es que lo dejaste entrar a la casa?, ¡sácalo!
Mi mamá contestó: es que tu papá y yo estábamos tomando el sol en el patio y el señor se acercó a la reja y nos hizo plática, se ve de confianza.
Yo pregunté: ¿y lo dejaste pasar a la casa?
Mi mamá contestó: Si hijo, solo al patio, yo me metí a la casa a llamarte para ver si era cierto lo que decía.
Nuevamente yo preguntó: ¿Y ahora con quien está?
Mi mamá inocentemente contestó: Pues lo dejé con tu papá, yo mejor me metí.
Mi siguiente comentario fue: Mamá, llámale a la policía y saca a ese individuo de la casa.
Mi mamá: ay sí, hijo, me voy a asomar para ver si no le ha hecho nada a tu papá, yo ya no salgo. ¡Le voy a llamar a la policía!
Yo: Ok, te llamo en un rato.
Tres minutos después le vuelvo a llamar a mi mamá y le pregunto: ¿cómo estás mamá?, me contesta: ya se fue el tipo hijo, cuando se dio cuenta que estaba llamando por teléfono dice tu papá que le dijo: ahora regreso señor voy al carro por unos documentos, y se fue.
Después de la escena de suspenso, me moría de la risa amigos, como hay defraudadores de adultos mayores pendientes a entrar en acción.
De igual forma podemos ver en cadenas de correos ofertas para personas incautas sobre supuestas donaciones de herencias de millonarios de otros países o hasta anuncios personalizados hablando sobre “haber ganado la lotería electrónica”. Por supuesto que hay mucha gente que cae en estos fraudes y un gran nicho son los adultos mayores.
Las personas de mayoría de edad suelen tener un exceso de confianza en la gente que se les acerca, y son el objetivo perfecto para delincuentes que pretenden defraudarlos. He escuchado historias en las que de pronto un abuelito aparece en buró de crédito con 5 tarjetas pre aprobadas, sin que él o ella las estén ejerciendo realmente.
Intención con acción amigos, existe un gran mercado para el FINTECH en la comunidad de adultos mayores, donde se pueden desarrollar herramientas para cuidar las finanzas de los abuelitos, así como para ofertarles servicios de “Coliving”, “Catering” o “Nursing”.
Podemos ver en Inglaterra aplicaciones dedicadas a estos servicios tales como: Silverbills, Eversafa y Silvernest.
Amigos, alertemos a nuestros adultos mayores de estos posibles fraudes electrónicos.
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