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La ineficiencia de Cabalán Macari al frente de la Secretaría de Infraestructura es insuperable. Entre él y el secretario de Transportes, Bernardo Huerta pelean por la presea del peor funcionario morenovallista del gabinete. El primero atorado en las obras, con las constructoras y el segundo, fracasando con las líneas del Metrobús, la Estrella de Puebla y el Teleférico.
Como si los retrasos fueran poca cosa, Cabalán Macari se da el lujo de romper el concreto hidráulico y de entregar obras con severos retrasos y con sobrecostos que rayan en lo ofensivo.
El Nodo Juárez-Serdán lo entregó con casi dos meses de retraso y la obra pasó de 311 millones de pesos a 394 millones en total, es decir un ligero incremento de 83 millones de pesos. ¿Por qué? ¿Qué pasó? El secretario, por supuesto, no tiene tiempo de explicar.
El Puente elevado de la 31 poniente fue inauguradosin que estuviera concluido, a las dos horas lo tuvo que volver a cerrar y para colmo de males, el costo pasó de 189 millones a 235 millones de pesos, o sea 46 millones de pesos extraordinarios.
Pobre Puebla.