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Ana Teresa Aranda, una de las panistas más distinguidas y con mayor carrera al interior del partido, determinó renunciar a su militancia de 26 años y abandonar las filas del albizul.
Las batallas que libró en 26 años quedarán en los anales históricos del PAN a nivel local y nacional. Hoy abandona su partido en medio de una de las peores crisis que ha afrontado el partido en los últimos años.
Hoy el PAN en Puebla se queda sin la principal rival del morenovallismo. Ella ha sido la única en mantener su discurso opositor a todas las medidas morenovallistas y hoy su voz se apaga ahí adentro.
La lucha que debe afrontar afuera es mayor. De alguna manera deberá superar sus fracasos al interior de su partido y demostrar que desde la independencia es una de las políticas más valiosas para Puebla.
Algunos panistas celebraron su salida. Sus reacciones como la de Pablo Rodríguez "gracias a Dios" son infantiles y lo único que hacen es darle la razón a la señora que dirigió el partido y se enfrentó a todos los gobernadores como una opositora.