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La iniciativa para reformar el Código Electoral de Procesos e Instituciones Electorales de Puebla que propone de manera absurda que los aspirantes a candidatos independientes caben el 3 por ciento de las firmas del padrón; la comparecencia de los firmantes ante el organismo electoral y la prohibición de postularse a cualquier persona que haya sido militante, candidato o dirigente de partido político, carece paternidad. Ningún diputado ningún partido político quiso asumir la responsabilidad del documento.
La iniciativa, que contraviene la Constitución de México y el espíritu de la reforma electoral, tiene un serial de preceptos contra las libertades y los derechos, que ningún legislador poblano tuvo el valor de firmar la iniciativa.
El único que salió a dar la cara fue el panista Jorge Aguilar Chedraui, quien parloteó ante la prensa que los obstáculos contra las candidaturas independientes tienen el fin de controlar las candidaturas por el bien de los poblanos.
Pero es tan vergonzante el documento que nadie quiere asumir la paternidad como si eso los fuera a salvar. Al final de cuentas, el próximo viernes votarán públicamente por la reforma y en las próximas horas definirán su postura si mantienen la iniciativa y sus aberraciones o la modifican.