Saturday, 18 de May de 2024

La panza del gato

Domingo, 09 Diciembre 2012 23:11
José Rolando Ochoa Cáceres

¡Los del pan mamón!

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¡Sí puesn!

(Léase este fragmentito con voz de comercial turístico):

Ciudad de Puebla. Ciudad de tesoros. Ciudad en la que los ángeles imprimieron la majestuosidad divina en cada uno de sus monumentos. Ciudad de gastronomía rica en ingredientes y en tradiciones. Ciudad en la que su gente, cuando va de viaje al extranjero ¡CAMBIA DE ACENTO Y HASTA DE NACIONALIDAD!

(Lo demás lector, léelo a tu gusto):

Pues sí, sí y sí. Así también son los poblanos (somos algunos enormes excepciones).

Y es que casual (no sólo es problema de Puebla) que cuando algunos de nuestros amigos o familiares se van al extranjero, llegan siendo otros en su totalidad, comenzando con el tonito de voz. Aquí algunas descripciones:

Un amigo que hace unos tres años se fue a Argentina sólo un par de semanas, llegó con el clásico “Vos mirá, ché boludo” y yo que le digo “Che garufa, ámonos a la burguer que a mí no me vengas con esas payasadas”. Y es que llegó tan argentino el muchacho que el chocolate calientito fue desplazado por el mate y no se diga del equipo de sus amores, el Puebla, que se vio modificado en su totalidad por Boca Juniors.

Una amiga con la que platiqué hace algún tiempo resultó que visitó España hace algunos cuantos años y “Joder tío, que la paella y Pep Guardiola son mis Dioses” y en un noticiero, cuando España ganó la copa del mundo, la entrevistaron festejando en la fuente de la Cibeles (México D.F. hijo) y puesh esh que todosh tenemos sangre Eshpañola… Y clásico, que uno hace el comentario de “estos chilaquilitos están re chidos” y no falta el comentario “mira tío, que en Madrid” y échate el discurso de la superación de otros platillos sobre mis chilaquilitos huaracheros.

Ah, pero ahí no queda, no faltan los que se van a otros países en los que no se habla español y te dicen ¿cómo decimos esto en nuestro idioma? ¡Ah! Qué fastidioso y es que, más que sabido está que hay palabras en español que no refieren lo mismo en otro idioma y hasta ahí puede ser comprensible, pero que se les haya olvidado decir “llamada de teléfono” y digan siempre “tengo una phone call” Pues mil veces chale.

Lo que me parece más extraño es que cuando los conocidos se van a otros estados de la república, pues no adoptan ni el acento ni el estilo. O sea, ya parece, que un poblanísimo, o sea, ¿si sabes, no? vaya a Tabasco y regrese diciendo que quiere un REFREJCO.

Bien decía nuestro querido Juan Soriano que tampoco para demostrar ser mexicano necesitamos andar con nuestro sombrero, nuestros jorongos y huaraches pero, créanme que nuestro acento y muchas de nuestras maneras de socializarnos son rete chidas.

Moraleja Panzera:

Cuando recojas a alguno de tus conocidos en el aeropuerto o lo visites en su casa tras haber llegado de su tanextenso viaje al extranjero y comience a impulsar su nóridico, peninsular, norteamericano o sudamericano acento, dale un pan mamón (lo demás está implícito).