Monday, 29 de April de 2024

Crónicas marxianas

Lunes, 27 Octubre 2014 07:50
Zeus Munive

Algo huele mal en Dinamarca

Por :
  • Imprimir
  • Email

Columnas Anteriores

Corría el año de 1997, Julio Moctezuma Llano -en ese entonces cuñado del alcalde panista de Puebla Gabriel Hinojosa Rivero- intentaba ser candidato a diputado federal por el distrito 06 de Puebla.

 A la convención, para que pudiera ser electo, primero intentó afiliar a un buen número de militantes y posteriormente los trató de registrar como delegados.

 La hermana del alcalde, Guadalupe Hinojosa y su esposo Julio Moctezuma contrataron unas señoras que vendían tamales y rentaron combis de transporte público para acarrear a los nuevos militantes que se iban a afiliar en ese instante.

Los nuevos panistas, obvio, votarían por Moctezuma.

 Primero los llevaron a desayunar unos  tamales con el respectivo champurrado y  ya con el estómago bien lleno los  llevaron a la sede del Comité Municipal del PAN ubicada en ese entonces en la 17 poniente entre 3 y 5 Sur.

 Los registros de los nuevos panistas se realizaron, no obstante, otro grupo de albiazules impugnó la afiliación masiva y, por ende, el cuñado del alcalde así como la hermana del panista fueron suspendidos de sus derechos y prerrogativas por casi dos años.

 La falta: el corporativismo.

 Cuando Luis Paredes Moctezuma gobernaba la ciudad, en el 2003, el alcalde y su grupo rentaron una casa que estaba junto al comité municipal panista y ahí daban dinero a los militantes que debían sus cuotas y así pudieran participar como delegados en las convenciones para elegir a sus abanderados.

 A esa casa la llamó el entonces líder del PAN estatal, Ángel Alonso Díaz Caneja “La Casita del amor”. Además se descubrió que para lograr afiliar a panistas y registrar delegados a las convenciones se falsificaron firmas por lo que fueron suspendidos 23 militantes de ese partido.

 Todos afines al proyecto de Luis Paredes.

 Y es que en ese entonces, los acarreos, las afiliaciones masivas, el corporativismo era mal visto, pues se asemejaba a las prácticas de control que usó siempre el PRI.

 Hace unas semanas nos enteramos que en el PAN se registraron como por arte de magia 14 mil.

 Y que ante el intento de echar abajo dicha afiliación, el Tribunal Estatal Electoral inventó una amenaza de bomba por lo que no pudieron darle entrada a la impugnación.

 Algo huele mal en Dinamarca, algo huele mal en Acción Nacional.

 Los viejos panistas terminaron de palafreneros de los nuevos. Es un hecho que los mandaron a la cola. Ahora hasta El Yunque es sólo es una organización de ornato que sirve para amenizar las fiestas parroquiales y para elegir a los mayordomos.

 El PAN ahora es un nuevo PRI.

 Un partido del gobierno para el gobierno.

 Son las nuevas reglas del poder. En Puebla nunca hubo transición a la democracia.

 Lo cierto es que Moreno Valle aún puede ser el candidato presidencial por su partido, como lo declarara el consultor político Darío Mendoza en la Revista 360 Instrucciones para vivir en Puebla, hace unos meses.

 “La carrera presidencial de Moreno Valle no está acabada. Hemos dados muchos giros en la política nacional. Recuerden el Atenco de Peña Nieto. Siempre hay heridas, pero debe haber sensibilidad para cerrar esas heridas. En Acción Nacional no hay ningún personaje con las fortalezas que representa Rafael Moreno Valle. Es un competidor nato, por la forma que ganó Puebla. No está perdido.”

 Y es que en la lógica nacional no hay liderazgos. Menos en el PAN. Están hundidos. En el PRD menos. Y Moreno Valle no tiene carisma, pero sí tiene mucho dinero y las campañas como las guerras se ganan con dinero, dinero y dinero.