Por tomarse una selfie en el funeral de la reina Isabel II, le cayeron varias burlas al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón.
Fue en la mañana del 19 de septiembre cuando el funcionario federal acudió al funeral de la monarca británica, junto a su esposa, Rosalinda Bueso.
Pareciera que el canciller dijo “¿Por qué no?” y se tomó una selfie con su esposa en el evento luctuoso que tuvo lugar en la Abadía de Westminster.
La imagen la subió a su cuenta oficial de Twitter (@m_ebrard) y de ahí vino la ola de burlas.
Varios internautas, entre ellos algunos críticos de la administración de Andrés Manuel López Obrador, tuvieron el pretexto perfecto para irse en contra de Ebrard.
MANTENTE AL DÍA CON TODO LO ÚLTIMO EN NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
A ver si se puede una selfie con el ataúd”.
Me parece una falta de respeto tomarse selfies en un funeral”.
No estás en una fiesta de cumpleaños como para andar tomándote selfies, Marcelo”.
Nomás te falto que en la selfie saliera el féretro”.
Selfies en un funeral… de mal gusto, canciller. ¿Para qué?”.
Una imagen de lo que es la diplomacia en tiempos de la 4T. Lamentable”.
Wey, no es boda”, fueron algunas respuestas a la imagen.
Pero la burla y crítica se hicieron internacionales cuando el diario británico Daily Mail UK las recopiló y le dio espacio en una de sus publicaciones.
En una nota, el medio de Reino Unido aprovechó para adjuntar las críticas hacia Ebrard y de esta forma burlarse también de la acción del canciller.
Critican al canciller de México por compartir una selfie de él y su esposa en el funeral de estado de la reina Isabel”, fue el título de la publicación.
Y esa fue la selfie de Marcelo Ebrard en el funeral de la reina Isabel que causó polémica en las redes sociales y le valió una lluvia de burlas.
El lunes 19 de septiembre, Gran Bretaña y el mundo despidieron a la reina Isabel II durante un funeral de estado que reunió a presidentes y reyes, príncipes y primeros ministros, además de un millón de personas en las calles de Londres, para darle el último adiós a una monarca cuyos 70 años de reinado definieron toda una época.
El ataúd de la reina Isabel fue llevado en un carruaje de armas desde la Abadía de Westminster para una última procesión por el corazón de Londres, y trasladado a Windsor, a las afueras de la capital británica, donde la reina fue enterrada junto a su difunto esposo, el príncipe Felipe, quien falleció el año pasado.
Te puede interesar:
dando clic en el periódico