Conoce el Paseo Bravo en un recorrido con el grupo de Puebla Antigua. En este tour aprenderás los sucesos históricos que tuvieron lugar en este sitio y que seguramente desconoces.
Hay muchas cosas que debes saber acerca de este sitio histórico, empezando por su nombre, pues originalmente se nombraba Paseo Nuevo y no Bravo.
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Plazuela de San Javier
La primera parte del Paseo Bravo es el actual CIS de San Javier, conocido en 1938 como Plaza de San Javier debido a que ahí se encontraba un templo y una escuela jesuita con devoción a este santo.
En San Francisco Javier, además de predicar, los estudiantes aprendían diferentes oficios tales como zapatería, herrería, albañilería, entre otros.
El interés de los jesuitas por esparcir su conocimiento hizo que enseñaran a los indígenas, que vivían a los alrededores, algún oficio si a cambio, ellos les ayudaban a entender su lengua. Esto con el objetivo de entenderlos para evangelizar a las poblaciones indígenas de México.
Esta área estuvo considerada el último trazo de la Ciudad de Puebla. Ya que en aquel año más allá de esta zona no había nada más que terreno llano donde acudían a tirar la basura recolectada de la ciudad.
Frente a la escuela jesuita había fuentes de agua sulfurosa que tenían un chisguete que salía a determinadas horas del día. Sin embargo, las destruyeron cuando colocaron una zanja, por lo que el agua la usaron para el mantenimiento de la misma.
Estatua Gabino Barreda
A mitad del parque se encuentra la estatua del poblano Gabino Barreda, a quien se le conmemora por introducir la educación preescolar y primaria en México como derecho fundamental.
Pero previo a ello, esta zona estaba habitada por casas pertenecientes a los frailes dominicos predicadores de la provincia de Oaxaca, quienes llegaron en 1538.
Los dominicos se dedicaban a hacer lo mismo que hacían los jesuitas, solo que ellos recibían a indígenas que querían evangelizarse y predicar su palabra.
En dirección a la 11 sur había una pequeña plaza llamada “La plazuela de oaxaquilla”, llamada así por estos frailes y cerca de ahí otro pequeño espacio llamado “la plazuela de los locos”. Es de resaltar que su nombre surge por una pulquería que se encontraba cerca, donde la gente murmuraba que las personas que acudían ahí estaban “locos”.
Zoológico del Paseo Bravo
Este Zoológico surgió en 1943, bajo iniciativa del ayuntamiento de aquel entonces, por lo que se construyeron jaulas donde albergaron distintas especies. Tales como osos, changos, conejos y la atracción principal, un león y dos leonas.
Sin embargo, la poca atención del gobierno condujo a que los animales se encontraran en muy malas condiciones. Por lo que en 1973 donaron los animales al capitán Carlos Camacho Espíritu, quien tenía un rancho en Valsequillo. El cual se convertiría en lo que hoy es Africam Safari.
¿Por qué se llama Paseo Bravo?
Se llama Paseo Bravo en honor a un personaje de la Independencia de México, que si bien no es muy recordado, fue parte importante de los sucesos históricos de nuestro país.
Miguel Bravo
Este hombre fue el tío de Nicolás Bravo, una figura muy importante de la Independencia de México.
A Miguel Bravo lo fusilaron el 15 de abril de 1814 en la llamada “plazuela de Oaxaquilla”, debido a que en la toma de Oaxaca se negó a obedecer las órdenes de Ignacio López Rayón. Se dice que murió porque permaneció fiel a las decisiones de José María Morelos.
El comandante realista Félix de la Madrid lo capturó en Chila y lo trasladó a Puebla para que fuera juzgado y sentenciado a muerte.
En 1823 el congreso dictaminó que todos los lugares donde habían sido sepultados o martirizados los principales personajes de la Independencia en nuestro país se les creara un monumento en su nombre.
Por esa razón, el gobierno le hizo un espacio a Miguel Bravo en 1825 comenzando por un jardín en la zona. Diez años después, en 1835 renovaron aquel jardín maltratado y alejado. Por lo que para expandirlo, compraron y destruyeron casas alrededor.
Sin embargo, esto no es suficiente, pues con el tiempo se fue deteriorando por lo que decidieron pasarlo frente a lo que ahora es el CIS de San Javier. Esto debido a que Nicolás Bravo llegaría a dejar unas flores donde habría muerto su tío.
En 1840 el gobierno de ese momento decidió arreglar y expandir el parque, dándole la forma que hoy en día conocemos.
No cabe duda de que este lugar está lleno de historia que nos da identidad como poblanos. Además, quien pensaría que lo que consideraban la última parte de la ciudad seria hoy el corazón de la capital poblana.
Si quieres saber más sobre la historia del Paseo Bravo no te olvides de acudir a los recorridos gratuitos ofrecidos por Puebla Antigua todos los domingos.
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