El barrio de Analco es uno de los más antiguos de Puebla, sus calles empedradas y sus viejas casonas nos recuerdan a los indígenas que vivían al otro lado del río San Francisco durante la Nueva España.
La mayoría de los residentes eran indígenas, ya que los españoles querían ser los únicos viviendo en la capital.
Los pobladores eran conocidos como “calpullis”, que significa “barrio” en la lengua madre, de ahí el nombre de Barrio de Analco.
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Cabe mencionar que fueron la mano de obra que construyó la mayor parte de las edificaciones del Centro Histórico de Puebla.
Además de trabajar como ingenieros de la capital poblana, los habitantes de Analco trabajaban en la alfarería y en los molinos, ya que la zona colindaba con el afluente, por lo que usaban su agua para alimentar sus herramientas.
Joyas de Analco
Dentro del barrio de Analco se encuentra la parroquia del Santo Ángel Custodio de estilo barroco. Se sabe que sufrió grandes daños, especialmente en sus torres, durante el sismo del 15 de junio de 1999.
Posteriormente, durante la restauración, encontraron restos óseos humanos y animales, junto con una imagen de la Virgen María pintada sobre una losa de cantera gris. Por ello, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emprendió un rescate arqueológico.
En Analco también se encuentra el Puente de Ovando, una estructura que ha resistido la prueba del tiempo y es el hogar de una de las leyendas más espeluznantes de Puebla.
Se dice que si cruzas el puente en medio de la noche, puedes encontrarte con una mujer pidiendo limosna. Las personas que conocen la historia de Analco, dicen que es hija de la familia Ovando, muy rica y poderosa.
Cuenta la leyenda que una doncella se enamoró de un joven humilde y el padre de la joven no estuvo de acuerdo con la pareja.
Sin embargo, una noche, la mujer llevó al joven a su dormitorio y, en un descuido, el hermano de la doncella salió del armario con un arma lista para disparar, lo cual hizo.
Pero tratando de proteger a su amado, la joven se interpuso en el camino de la bala y murió instantáneamente. En ese momento, su hermano le cortó la garganta a su novio.
Se dice que la joven doncella ahora pide tributo en el que fuera el puente de su familia, el cual colinda con una hermosa explanada.
Actualmente, el Jardín de Analco acoge diversas actividades al aire libre los fines de semana. Como clases de baile, venta de artesanías y comida.
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