¡Se va a caer! El movimiento feminista del país tomó el cielo para manifestarse y elevar un globo en la Ciudad de México contra la violencia feminicida previo a la conmemoración del 8M, Día Internacional de la Mujer.
En redes sociales se compartieron las imágenes del zeppelin con los mensajes “Volamos con dolor en el cielo porque en el cielo estamos todas” y “10 feminicidios”, que nos recuerda que diariamente 10 mujeres son asesinadas a manos de la violencia machista.
Rápidamente, las fotografías se viralizaron en redes sociales bajo los hashtags #ConDolorEnElCielo, #FuimosTodas, #MéxicoFeminicida, #NiUnaMás y #FeministasTomanElCieloDeMéxico, para hacer llegar el poderoso mensaje a toda la República Mexicana, donde madres, hermanas, hijas, tías y amigas están desaparecidas o son víctimas de un crimen de odio.
Activistas, periodistas y mujeres del ámbito político se unen a la campaña
Personajes como la politóloga Denisse Dreser, la actriz Regina Blandón, la activista y periodista Láurel Miranda, la escritora Brenda Lozano y la periodista Azucena Uresti, entre otras mujeres, compartieron la manifestación en sus perfiles con frases inspiradoras que resaltan la falta de libertad de expresiónj y represeión que existe en cada marcha feminista.
Nos ponen muros, vallas y granaderos. Nos dicen que no se pueden hacer pintas, que no se pueden romper ni quemar cosas: entonces subimos porque en el cielo no hay límites” mencionó Brenda Lozano.
Asimismo, el movimiento que creó la iniciativa lanzó un comunicado sobre la toma de espacios para exigir justicia por las compañeras que ya no están y honrar su memoria y recordar que no hay olvido ante su muerte.
Volamos con dolor en el cielo porque en el cielo estamos todas. Volamos porque el cielo no tiene dueño ni gobierno. Volamos porque en el cielo no hay fronteras geográficas, como no hay fronteras de tiempo ni fronteras entre la vida y la muerte. Volamos porque en las alturas estamos todas.
Desde el cielo les hablamos a ellas y les hablamos a ustedes, a todos y a todas. Nuestras hermanas asesinadas viven en cada una de nosotras, existen en nuestra memoria y en nuestros cuerpos: ninguna en el olvido. Como mujeres siempre nos han dicho qué hacer y cómo hacerlo.
Nos dijeron también qué no hacer y cómo no hacer las cosas. Nos ponen muros, vallas y granaderos. Nos dicen que no se pueden hacer pintas, que no se pueden romper ni quemar cosas: entonces también subimos. Subimos al cielo porque en el cielo no hay límites y porque allí somos todas”.
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