El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa adelantó que ya solicitó una investigación de los hechos que ocurrieron en el Halloween suscitado en el Salón Country de San Manuel. El cual generó la intoxicación de menores de edad el pasado 4 de noviembre.
En conferencia matutina, el mandatario señaló que la de Dirección de Protección y Riesgos Sanitarios (DePRIS) emitió un informe donde asegura que no hubo consumo de alcohol. Sin embargo, este informe fue realizado al tercer día de los hechos, y con base a los testimonios de los habitantes del lugar.
El mandatario poblano, rectificó que la Secretaría de Salud estatal no tuvo nada que ver en si hubo o no venta y consumo de alcohol adulterado. Por lo que señaló al alcalde, Eduardo Rivera, como una forma de evitar responsabilidades, luego de qué él lo declaró así.
Barbosa Huerta pidió una investigación puntual de estos hechos para determinar efectivamente si la Secretaría de salud, la DePRIS o el Ayuntamiento tuvieron omisión alguna ante el Halloween en el Salón Country.
Además, también solicitó esta investigación debido a que declaraciones señalaron que el lugar se rentó para una fiesta donde no se vendería alcohol. Sin embargo, los que proporcionaron las bebidas en el Salón Country fueron los organizadores y eso si es regulado por el municipio.
Pero para ello, la investigación solo busca revelar como fueron los hechos. Ya que después de lo que sucedió el viernes pasado en el Salón Country, se presentarán esta semana al Congreso del Estado las reformas al Coremun y a la Ley Orgánica Municipal.
Fiesta de Halloween
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CENTRAL adelantó la forma en la que funcionó esta fiesta de Halloween, donde se vendieron e ingirieron bebidas adulteradas. Se cobró un boleto de entrada por 300 pesos y un descorche de productos por 50 pesos.
Al llegar a la fiesta de Halloween en el Salón Country Club, tardaron 20 minutos en abrir, por lo que se comenzaron a formar filas en calles aledañas. Posteriormente, el encargado de la fiesta abrió el salón y confirmó uno a uno que los boletos de ingreso eran los originales. Fue entonces cuando el lugar comenzó a llenarse.
Al poco tiempo de que la fiesta había iniciado ya habían llegado unas 3 mil personas, según testimonios.
Cabe señalar que para la seguridad de la fiesta, los organizadores contrataron personal de “seguridad” no oficial de una empresa privada. Según los asistentes, solo eran cadeneros para evitar peleas y excesos entre los asistentes.
Pese a lo anterior, en el evento había menores de edad, la mayoría de ellos combinaron el alcohol con drogas.
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