El viernes pasado ocurrió un hecho insólito, inadmisible e imperdonable. En Amozoc toda la gente tiene miedo de salir, se respira un aire de miedo, es más, hay un toque de queda de facto ante la ineficiencia del alcalde, Mario de la Rosa.
En Amozoc no solo hay narcomenudeo, también hay desaparición de personas, violaciones, trata de personas y ejecuciones. Sí, lo que estremeció este fin de semana a los pobladores de Amozoc, fue una cruenta ejecución.
Sí, todos conocían a Mauricio de las Pizzas Soto, comercio ubicado a 10 metros del zócalo de dicho municipio. A todos les gustaba frecuentar la pizzería, dicen que era la mejor de aquel municipio. Además, él era muy amable aparte de chacal y sexy.
Pero el jueves a las 21:40 fue acribillado en el negocio. Establecimiento que como ya les conté se ubica a escasos 10 metros del zócalo.
No solo eso, Mauricio recibió varios disparos, fue asesinado a quemarrropa y lo peor de todo, lo decapitaron y el grupo armado se llevó su cabeza. Nadie sabe el paradero de la cabeza, solo la cortaron y se la llevaron.
El problema es que todos premian a Mario de la Rosa. Todos los políticos se toman la foto con él, visitan el municipio y omiten la terrible inseguridad que se vive diariamente, hasta se cuelgan el tradicional collar de flores. Sí, todos premian a Mario de la Rosa en nombre de Dios y de la Luz del Mundo.
Moteles sus graban a sus clientes, narcomenudeo, narcotráfico, trata de personas, polleros, secuestros y extorsiones. Todo eso se vive todos los días en ese municipio, pero las autoridades los dejan pasar en nombre de Dios.
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