Vamos a corear esa bonita canción de Joan Sebastian titulada “Rumores”:

“La gente rumora un asunto importante”.

(Uh, uh-ju, uh- uh- uh, uh)

“La gente rumora, la gente rumora que alguien del pueblo está estrenando amante”.

̶ Hasta aquí el coro de la canción y es que ya es un secreto a voces ̶.

Primero se dieron cuenta en el ayuntamiento. Regidores, regidoras, directores y todo el mundo empezó a rumorar.

Luego el chisme escaló al pueblo. Es tal el escarnio público, que hasta un artesano quien produce muebles de ónix y mármol se negó a venderle un escritorio.

Primero llegó la susodicha quien llevaba la orden de pedir un escritorio para el alcalde. La respuesta del artesano fue tajante: “No”.

El alcalde al mero estilo “varguitas” puso el grito en el cielo: “Cómo que no te quiere hacer un escritorio para mí. Todo lo tengo que resolver yo, eres una inútil”, refirió el presidente municipal a su fiel estilo y que ya todo el mundo conoce, tanto como aquel asunto que pensaba que era un secreto de amor.

“Jefe, vino mi directora a pedir un escritorio, es para mí, me urge, se lo pago ahora mismo al contado. Lo voy a pagar con mi dinero”, dijo el alcalde.

Pero la respuesta fue la misma, un rotundo “No”.

“Por qué”, cuestionó el presidente. Pero la respuesta lo dejó helado, jamás esperó que un ciudadano le dijera que no y es que se cree imponente, intocable y al que todos le deben rendir pleitesía.

“Yo no sé si lo vaya a pagar con su dinero o no. Tampoco sé si es para ella, para usted o para quien quiera, pero mientras sea el presidente todo lo que usted compre pensaremos que sale del dinero del pueblo”.

Pero en realidad la situación va más allá de eso y es que la gente rumora que alguien en el pueblo está estrenando amante.

Este mismo señor se ha encargado de dejarlo en evidencia. La pasea por todos lados, lo mismo sale con él en la inauguración de calles y obras, en reuniones con el Cabildo, en los eventos culturales, en los de salud, en los del mercado.

Con los agricultores, los artesanos, eventos de escuelas. Ella siempre está ahí, aunque sean eventos que no tienen nada que ver con su área. Sale en todas las fotos, ha desplazado a los otros directores y a los propios regidores.

Está en todos lados, hasta en las largas comidas en Ahuatepec que se convierten en fiestas de medianoche. Sí, en aquellas fiestas donde abunda el alcohol y hasta los disparos al aire. De Turismo, mejor ni hablamos pues es un área que el alcalde ya tiene bien cubierta.