Ahora toca el turno de la renovación del Consejo Estatal del PAN, pero al igual que sus enemigos de Morena, la desorganización es lo de todos los días. Además de que los hombres panistas están al borde de una crisis nerviosa, un ataque de ansiedad, se están comiendo las uñas.
Esto se debe a qué hay un gran número de aspirantes a un espacio dentro del Consejo Estatal. A diferencia de las amigas panistas, entre los hombres hay una gran demanda de los espacios, por lo que tienen que ser más competitivos y hasta están dispuestos a jugarse la vida para quedar.
Recordemos que, en Acción Nacional, los consejeros se eligen a través de asambleas municipales. Las panistas no tienen tanto problema porque no se inscribieron muchas. Es más, en algunos lugares solo se inscribió una aspirante al Consejo Estatal del PAN, por lo que su designación es mero trámite.
Pero en el caso de los hombres, hay lugares en los que se inscribieron más de cinco panistas y tendrán que hacer campaña, para convencer a sus correligionarios de que voten por ellos, pero por supuesto, la mayoría quedará eliminados y eso les genera estrés, ansiedad, nerviosismo.
Además, los espacios para los hombres dentro del Consejo Estatal del PAN dependerán de cuántas mujeres entren. Es decir, si quedan 40 mujeres, 40 hombres serán electos y si entran 50 mujeres serán 50 hombres por paridad de género. O sea, que podrían ser electos entre 80 y 100 consejeros más los exoficio y vitalicios.
El caso es que será el 23 de octubre cuando se defina el Consejo Estatal del PAN, mientras tanto, le recomiendo a los aspirantes que se tomen un té de Tila, respiren onda y profundamente y como dice mi abuelita “Que sea lo que Dios diga”.
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Así ocurrió en el Consejo Estatal de Morena. Me queda claro que este partido en Puebla entrará en una nueva era. También sé que será más competitivo, el problema es que las bases fueron relegadas.
Otra situación que me cuestiono tiene que ver con cuántos de ellos de verdad están con López Obrador. Muchos llegaron de la nada para ser consejeros, ni siquiera creen en el proyecto de nación o Morena.
Es más, ni han acompañado al presidente de México desde el desafuero, y menciono el desafuero porque fue un hecho emblemático, un parteaguas para todos los seguidores del presidente.
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