Gerson Calixto Dattoli, el alcalde de Cuetzalan no tiene una sola observación a su cuenta pública 2019, revisada por Francisco Romero Serrano.

¡Ni una sola! ¡Qué casualidad!

Este día, CENTRAL presenta la revisión hecha por la periodista Elena Domínguez, a cada una de las cuentas públicas que dejó revisadas el extitular de la Auditoría Superior del Estado, preso por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

La revisión se hace luego de que fue revelada una red de corrupción entre el exdirigente del PRI, Javier Casique; el exdiputado local, Jonathan Collantes; y el titular de la Auditoría, Francisco Romero Serrano.

En la que, presuntamente, más de 50 alcaldes priistas habrían entregado sobornos al ex auditor para garantizar la aprobación de sus cuentas públicas.

Entre ellos el alcalde de Gerson Calixto Dattoli, quien según el periodista Fernando Maldonado, habría entregado 1 millón 600 mil pesos.

Calixto Dattoli es uno de los alcaldes priistas que aparecen completamente limpios en sus cuentas de 2019. Y a pesar de que esto parece una evidencia concreta de que el pacto fue real, muy indignado salió en su Facebook a negar haber comprado la aprobación de su cuenta.

Entonces ¿qué pasó? ¿El alcalde es impoluto y no cometió un solo error?

Claro que no…

Aparecen, además de Gerson Calixto, otros 19 alcaldes sin observaciones, esto no significa que necesariamente hayan pactado con Romero Serrano, pero es necesario acotarlo porque el Congreso de Puebla ya analiza la posibilidad de aplicarles una segunda auditoría.

Un funcionario de la ASE por falsedad de declaración

Por si algo no les hubiera pasado en los últimos meses, ahora sobre un funcionario de la ASE pesa una investigación por falsedad de declaración.

Se trata nada más y nada menos que del director del Órgano de Control Interno, Luis Antonio Dinorin.

Les cuento.

Resulta que Dinorin Munguia tenía asignado uno de los vehículos oficiales de la Auditoría Superior del Estado (ASE), que usaba para sus temas personales.

Era un Volkswagen, Cross Fox, modelo 2013. El 5 de febrero, Dinorín fue a un bar en la zona de San Baltazar Campeche, cerca del Issstep, y cuando salió no encontró el auto.

Reportó, según la denuncia, el robo al 911 y luego se presentó ante la FGE para que abrieran una carpeta por el supuesto robo.

Por supuesto no dijo que andaba de fiesta, se inventó el cuento de que había ido a visitar a un familiar en el hospital.

La investigación quedó asentada en la carpeta FEIDAI/SUR-1/02125/2022.

Hace unos días, la Fiscalía informó a la ASE que habían encontrado el auto, pero cuando fueron a recuperarlo no pudieron hacerlo porque les informaron que el auto estaba en el corralón, se lo había llevado la grúa por estacionarse en un lugar prohibido.

No se los pueden entregar porque la Fiscalía ha abierto una investigación por falsedad de declaraciones, pues no saben si realmente el funcionario sabía lo que había pasado.

En esa investigación, Dinorín tendrá que demostrar que realmente estaba visitando a su hermana internada y que no andaba de fiesta.

Este es uno de los pocos funcionarios ligados a Francisco Romero Serrano que todavía sobrevive, pero muy pronto estará fuera. Se los aseguro.