Los poblanos en la boda de Elba Esther

Este fin de semana fue vertiginoso.

Empezó con el #TodosSomosLoret que reventó Twitter el viernes por la noche con un “space” que rebasó los 70 mil escuchas, de forma simultánea, y que hasta ahora lleva más de 1 millón 500 mil reproducciones.

A unas horas del 14 de febrero, perdimos la fe en el amor con la ruptura de Belinda y Nodal, y luego la recuperamos con la boda de Elba Esther Gordillo, a sus 77 años, con su abogado Luis Antonio Lagunas, de 41.

Es esa boda el centro de la polémica.

La mujer que durante años tuvo el control del sindicato más grande e importante de América Latina se casó, por tercera vez en su vida, ataviada en un vestido blanco con dorado, llevaba una capa estilo romano.

Unas horas antes, la pareja grabó un video para pregonar su amor, como adolescentes en redes sociales.

Se casaron en el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, en medio de una cruenta manifestación de miembros de la CNTE, que no dejaron de gritarle “¡Asesina!” y destruyeron el mobiliario de la boda, que al final resultó ser de otro evento.

El poder de Elba Esther se acabó cuando en el sexenio de Enrique Peña Nieto fue encarcelada por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada. Salió absuelta en el 2018, el abogado que la liberó es hoy su esposo.

La boda, que no superó los 200 invitados, es decir, que fue de lo más íntima para una personalidad de la talla de “La Maestra”, tuvo a tres poblanos como invitados.

Guillermo Aréchiga, Cirilo Salas, líderes magisteriales, y Ramón Fernández Solana, dirigente del extinto partido Redes Sociales Progresistas, en Puebla, y cercano a Mario Marín.

A pesar del desgaste que la figura de Elba Esther ha tenido con el paso de los años, y de ser uno de los personajes públicos más repudiados por la sociedad, estos políticos poblanos no tuvieron empacho en presumir que formaron parte de los pocos invitados a la boda.

Las fotos de Cirilo Salas y Ramón Fernández Solana fueron publicadas por ellos mismos y replicadas ya por varios medios de comunicación.

Y es que Elba Esther Gordillo, desde que salió de la cárcel, ha intentado recuperar el poder del SNTE, hoy que está próxima su renovación y, de forma alterna, aunque fracasó, con RSP intentó tener nuevamente influencia política.

Las elecciones del 2024 se acercan y es ese el objetivo de “La Maestra” y sus adeptos.

Ya el año pasado vimos a Guillermo Aréchiga operar abiertamente en Puebla apoyando a Rafael Ochoa Guzmán.

Los eventos sociales, más los que son tan cerrados, los que tienen menos invitados, siempre sirven para refrescar las verdaderas relaciones de los poderosos. Porque, no a cualquiera invitas a tu boda.

El líder magisterial, Cirilo Salas y el marinista, Ramón Sánchez Solana, en la boda de Elba Esther Gordillo
El líder magisterial, Cirilo Salas y el marinista, Ramón Sánchez Solana, en la boda de Elba Esther Gordillo

La UDLAP sigue en paro

El viernes pasado CENTRAL adelantó que el patronato de los Jenkins y la rectora, Cecila Anaya estaban citados a medio día en la UDLAP para recibir formalmente, de un juez, las instalaciones.

Como era de esperarse no llegaron al encuentro e insisten en su discurso que ese no es el camino legal para recuperar el campus.

Se los digo una vez más, la rectora busca que terminen los cargos contra los Jenkins y que recuperen por completo el control de la Universidad y la Fundación.

Para eso falta mucho en el litigio que, además, se dirime en juzgados federales.

Si esa postura sigue, den por muerta a la UDLAP. Lástima por los estudiantes y por el prestigio que durante años la convirtió en una de las universidades más importantes de América Latina.

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Viridiana Lozano Ortíz

Viridiana Lozano Ortíz

Estudió la licenciatura en Comunicación en la BUAP, es egresada de la maestría en Letras Iberoamericanas por la Universidad Iberoamericana Puebla. Actualmente estudia la maestría en Escritura Creativa...