El surgimiento de Coffee Time

Era el año 1999, estaba a unos meses de graduarme cuando uno de mis profesores me habló y me dijo: ¡Jorge, tengo una posición en la Secretaría de Hacienda para que inicies a trabajar la siguiente semana!, ¿te interesa? 

Les cuento esto porque mi paso de 8 meses por el Grupo de Asesores en Seguridad Nacional de la SHCP fue crucial para tomar la decisión de poner el Coffee Time. Durante esos 8 meses no tuve ingreso, fue hasta el final cuando se pagó mi sueldo y liquidación. Esto me sirvió de ahorro para poder tener la espontaneidad de irme de “mochilazo”, y así conocer y visualizar modelos de negocio que todavía no existían en México. 

Les cuento lo anterior porque el camino empresarial de cada emprendedor es único e irrepetible, casi es similar a cualquier biométrico personal. Este sello personalísimo se va formando con entropía formada por charlas con amigos emprendedores, cada viaje que te hace ver modelos y procesos novedosos y en mi caso cada experiencia gastronómica que me hizo formar el modelo de negocio de Coffee Time. 

El camino empresarial se va iluminando gracias a la suma de experiencias e información cognitiva que vayas adquiriendo. En mi caso, me llamó mucho la atención el modelo de negocio de Costa Café, que existió muchos años antes que Starbucks, el cual consistía en vender café expreso, americanos, infusiones, postres y espacios muy cómodos.  

Inmediatamente al regresar del “mochilazo”, decidí ir de visita a Chilpancingo, con el pretexto de ver a mis tíos para elegir el local donde pondríamos ARDECH, pero la razón más importante era visitar a mi futura esposa. Con esto les quiero decir que, Coffee Time se concibió gracias a un atisbo emocional. 

Casi fue a la par de ARDECH, con no más de 4 ó 5 meses de diferencia, cuando se liberó un local comercial a lado de donde teníamos el depósito dental. Era un local pequeño, de no más de 35 metros cuadrados, este se encontraba en la zona de negocios de comida. 

Y ¿el financiamiento para abrir el negocio?, pues aquí empieza el gran reto. Muchos potenciales emprendedores se detienen por miedo excesivo al riesgo. Los fondos para construir el primer Coffee salieron de lo que hoy se le llama “Friends and Family Funding” (FFF). Esto es una regla, si eres un emprendedor sin acceso a mecanismos de financiamiento, o no procedente de una familia potentada, forzosamente tendrás que acudir al FFF para poder materializar tu idea de negocio.  

Mis padres me apoyaron con una porción de inversión y me asocié con mi hermano y dos amigos más. 

Lo cual me lleva a decir ¿el vehículo jurídico que usé?, pues al principio nos recomendaron la creación de una sociedad mercantil, pero para arrancar un negocio al menudeo ese es un error, lo mejor es un contrato de sociedad en participación y, ya transcurrido el periodo de calentamiento de mercado, elevarlo a la constitución de una sociedad mercantil. Muchos de los socios fundadores iniciales no perdurarán en los 6 o 12 meses de calentamiento de mercado, donde hay tiempos difíciles. 

Como comentaba, hubo meses muy difíciles, donde no vendíamos ni un café, no lo pude haber logrado sin la invaluable ayuda de mi mamá y mi tía Emma.  

Al paso de los meses ríspidos sucedió algo metafísico, con casi un año de pérdidas, y ya muy desesperado con problemas financieros fuertes, tome dos decisiones clave: a) Invertir en anuncios publicitarios en el programa de TV local que se llama “Sobre Mesa” y b) Implementar procesos de controles de caja, almacén y flujo de efectivo. 

Como recuerdo esa escena, que es el preámbulo del éxito de Coffee Time, cuando un niño como de 9 años de edad, jalando a su mamá para que lo llevara a comprar un café frapé, yo estaba como mesero, y el niño volteo a verme y me preguntó: ¿ustedes son los que salen anunciados en la televisión? Y yo muy emocionado le contesté que “SI”, y lo pongo con mayúsculas. A partir de ahí, las ventas se fueron para arriba pudiendo llegar al punto de equilibrio en menos de 2 meses.  

Coffee Time es mi primer modelo de negocio exitoso, llegó a tener 6 hermanos en distintas partes del Estado de Guerrero. Pero solo fue parte del “Discovery Process” para gestar algo más grande.  

Para cerrar esta columna, solo les quiero contar una anécdota, que fue el parteaguas para dar el siguiente paso. Una tarde de septiembre del 2007 llegó un cliente, yo estaba de mesero y mi hoy esposa de cajera, esta persona, a la que le estoy muy agradecido, me dijo: – veo que le haces a lo de la comida-, (servir un café y un pastel no es nada parecido a fabricar comida), ¿quieres ir a darnos de comer a una mina empezando con 15 desayunos, 15 comidas y 15 cenas?, y en mi apetito de riesgo, inmediatamente dije que SI. El proceso de descubrimiento siguió, porque para finales de octubre del 2007, ya daba de comer 900 desayunos, 900 comidas y 900 cenas en la mina, un viaje de aprendizaje muy rápido. Coffe Time nos llevó a crear otra nueva aventura empresarial de la cual les contaré más adelante. 

Esto es algo de mi camino empresarial, pero claro que muchas veces dos emprendedores distintos pueden tomar caminos diferentes y llevar al mismo destino, solo se debe tener cuidado de dos cosas fundamentales, contener tu apetito al riesgo y limitar tu aversión al riesgo. Ya les contaré cuando no controlé mi apetito al riesgo. 

Comentarios: Jorge.medinasal@gmail.com  

El surgimiento de Coffe Time
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Jorge Medina

Ingeniero Industrial y de Sistemas de profesión, con una Maestría en Economía para Negocios; sus cartas académicas lo llevaron a tener 14 años de experiencia como docente en universidades públicas...