La dolarización propuesta por Milei en Argentina, ¿atino o desatino?

“Tanto más crecen las ramas de un árbol a la luz, a las alturas, más profundas crecen sus raíces a lo profundo, a lo obscuro, hacia el mal”

Por Friedrich Nietzsche, Así hablo Zaratustra.

Para Argentina llegó el día de la verdad, se encontraron en la segunda vuelta los dos candidatos que sobrevivieron al primer embate. Por un lado, Massa que representaba la continuidad del movimiento de izquierda, no tan apegada a los Girondinos, y por otro lado el ultra derechista Milei, con ideales y discursos extrapolados para el camino extra neoliberal.

De las propuestas del candidato oficialista, ya no tiene sentido platicar, pero de las propuestas del candidato ganador, esas si son muy interesantes. Tenemos proposiciones tales como privatizar paraestatales, desaparecer al banco central y reducir el gasto público, que parecieran normales; hay otras propuestas que son, a mi parecer, totalmente exacerbadas tales como crear un mercado de venta de órganos, de armas o de niños, así como dar indulgencia a presos por lesa humanidad.

En fin, Milei trae nuevas propuestas, unas muy controversiales y otras apegadas a lugar, pero hay una que, si me llama la atención y a la cual me gustaría dedicarle esta columna, y esta es que Argentina intentará, nuevamente, la dolarización de su economía.

No es la primera vez que los argentinos intentan dolarizar la economía, ya ha habido dos intentos fallidos, y lo que tienen en común con este nuevo intento es que en los tres casos este país está inmerso en una crisis inflacionaria. El primer antecedente fue a finales de los 90´s y el segundo intento fue en el 2001, ambos con la influencia del presidente Menem.

Va tan profunda la intención de esta política que el nuevo presidente argentino ya integró a su equipo al ex ministro de economía de Menem, Roque Fernandez, quien fue uno de los precursores de la dolarización de los 90´s.

No pretendo hacer una tesis de economía sobre los efectos de la dolarización, pero lo que se busca, básicamente, es controlar el desorden de los costos cambiarios, reducir la inflación, homologar la política monetaria y fiscal; todas las variables anteriores son muy difíciles de controlar y estabilizar, así que no solo con la intención de usar dólares veremos la cura total del mal de la economía argentina.

Otro punto para considerar es que la actual situación del dólar, a nivel internacional, no es la óptima para iniciar un plan de estabilización económica. Internamente, en Estados Unidos, siguen con problemas inflacionarios, continúan con déficit fiscal – es decir, imprimiendo dólares igualmente- y el rechazo global para el uso de esta moneda, que es cada vez más generalizada. Adicionalmente, al utilizar esta moneda, inmediatamente será antagonista de China y Rusia, por lo menos.

Finalmente amigos, para que Argentina solucione sus problemas económicos tendrá que trabajar de forma interna, siendo disciplinado en su política fiscal, evitando altos déficits presupuestarios y haciendo más productiva a su economía. El dólar solo será “el mejoralito” ante un tumor arraigado por años.