¡Ni la 1era, ni la 3era y mucho menos la 4ta!

Hoy se habla mucho acerca de las transformaciones que ha vivido nuestro país, cada una suponiendo ser mejor que su antecesora, pretendiendo ser la definitiva. Aunque el resultado tristemente sigue siendo el mismo.

Analicemos por partes este argumento, ¿qué es lo que lleva a un país a buscar una transformación? Sin duda la respuesta es sencilla, un problema que debemos resolver, un desajuste que no nos permite crecer. ¿Qué motivos han originado desde la 1era hasta la 4ta transformación? curiosamente es el mismo problema por resolver e históricamente todas han fracasado en sus intentos de solución

Y después de la 4ta llegará seguramente una 5ta y así hasta el infinito. Hoy no quiero hacer este comentario político porque mi planteamiento es histórico. Simplemente quiero sensibilizarte amigo lector para tener una visión crítica sobre lo que representa una transformación para un país. Y que como sociedad podamos portar un lema que con orgullo pueda pasar a la historia como el de una transformación.

Desde mi perspectiva creo que el problema ha estado en delegar esta transformación a los gobiernos. Ningún gobierno ha sido capaz de lograr concretar una transformación porque ¡es imposible que el cambio lo pueda conseguir solamente una administración!, ¡es trabajo de todos buscar esta evolución!

¡No se trata de simple propaganda sino de crear un cambio social!

Está bien que como propaganda los gobernantes quieran cargar en sus hombros este reto, y claro que obtienen resultados en su área. Los ajustes en la administración se dan, pero estos son insuficientes.

Inútil es hacer creer a la sociedad que el Estado es el único capaz de transformar a un país, es una utopía muy peligrosa que debe ser erradicada.

La transformación más exitosa es la que se puede construir en el terreno del pensamiento. El paso más importante para concretar una transformación es ¡transformar precisamente la mente de las personas! Invitarles para involucrarse con esta evolución y actuar, ¿cómo?, generando pequeños cambios en mi comunidad, colonia e incluso familia.

Si estas transformaciones se hicieran desde casa, en muy poco tiempo podríamos lograr ese cambio que tanto anhelamos y que siempre ha sido un sueño. Porque ni el Estado tiene la capacidad para concretarlo por sí mismo y mucho menos una sociedad que lo único que hace es mirar cada proyecto como una especie de mesías que por magia, porque no veo otra manera de lograr una transformación al nivel que se necesita con tan sólo un discurso, pueda conseguir.

Los gobiernos deben alentar en primer lugar un cambio en las ideologías, debemos aceptar nuestra realidad para salir de la zona de confort en la que vivimos. Para que en un acto de libertad y no de manipulación, cada quien construya su propia transformación. El Estado se inspirará del rumbo que la sociedad decida tomar y entonces hará lo suyo, generará la política y la administración de recursos para conseguirlo.

Sé que esto puede leerse como una utopía. Y reconozco que lo es mientras sigamos haciendo lo que hemos hecho desde la primera transformación hasta las que tengan que venir.

¡Ninguna sociedad logrará el éxito de un cambio haciendo las mismas cosas que siempre! Continúa escuchando, viendo y leyendo más de mi contenido en @danielfajardomx (Facebook y Twitter), Daniel Fajardo Presenta (Spotify) y por supuesto en www.danielfajardo.mx y Derecho de Réplica

20% descuento Puebla  -México
Daniel Fajardo

Daniel Fajardo

Comunicólogo reconocido por el Ayuntamiento de Puebla como “Poblano distinguido”. Productor de contenidos para espacios de prensa, radio y medios digitales, los cuales utiliza para la difusión de...