La conciencia de protección animal no debe ser discriminatoria, todos merecen vivir en paz

Daniel Fajardo

En un acto inesperado y sin precedentes, las corridas de toros fueron suspendidas en la Plaza México. Este evento fue sin duda una bandera de esperanza para muchas asociaciones civiles que velan por los derechos de los animales. Esta semana tuve la oportunidad de platicar con integrantes del Movimiento Animalista de Puebla, Leticia Tovar coordinadora de vinculación institucional y Carla Fernández, miembro activo del movimiento, quienes continúan su labor en conjunto con muchas personas más para lograr que Puebla se sume de forma definitiva a la suspensión de las corridas de toros y peleas de gallos.

Siento que como sociedad hemos avanzado mucho al lograr que los circos dejaran de brindar espectáculos con animales, la contrapropuesta de esta industria resultó espectacular. Con nuevos shows en donde el talento humano ha sabido ser el centro del evento y con ello redimensionar la perspectiva del circo en el presente y hacia el futuro.

La conciencia por los perros y gatos ha también roto el paradigma, cada vez hay más ojos ante casos de abandono o maltrato hacia mascotas que piden a las autoridades dar una pata de ayuda cuando existe algún tipo de denuncia. Me parece era cuestión de tiempo para que fuera el turno de que los toros y las peleas de gallos tuvieran la misma atención por parte de la opinión pública.

Recuerdo que cuando era niño acudí algunas veces a la Plaza de Toros y quedé maravillado por la cultura y arte que hay detrás, la música, los caballos, los trajes y por supuesto los toros. Recuerdo también cuando decidí que sería la última vez que acudiría y fue cuando fui consciente del sufrimiento del animal cuando pelea por su vida, porque claro que en algún momento lo sabe, pero las condiciones no son por igual para defenderse, intencionalmente mermado la muerte resulta sin honores y de una manera vergonzosa para estos animales que son criados para morir.

Desde aquella conciencia deje de frecuentar las Plazas, reconozco que sigo escuchando los pasos dobles y me entusiasman, me quedé con lo mejor de este arte.

Un espectáculo ¿con futuro?

Algo que escuchaba en algunas narraciones de amistades que continuaban frecuentando este espectáculo es que ya no era lo mismo, las plazas cada vez se llenan más de personas que no saben de toros, acuden por las fotos para las revistas de sociales, para usar el recinto para pasar un rato con los amigos mientras beben alguna cerveza y gritar de vez en cuando el tradicional Olé.

Las representantes de Movimiento Animalista de Puebla coincidieron conmigo en este punto durante la charla, son cada vez menos las personas (conocedoras) que acuden a estos espectáculos y afirman que cada vez son menos los jóvenes que se sienten atraídos hacia los eventos que implican la matanza de animales.

Pienso en las peleas de Gallos por igual cuando el perdedor muere y el vencedor sólo gana unos días más para tener que volver a pelear por su vida, sin justificación más que la de ser el entretenimiento de personas. Violentando su propia naturaleza porque, aunque su instinto los lleve a pelear no es una justificación el que lo hagan.

Al igual que los toros, ¿cuántos de los que asisten entienden lo que realmente está pasando?, ¿cuántos lo miran y valoran como un arte?, sin esta razón ¿vale la pena culturalmente este tipo de eventos cuando simplemente se aprecian sin ningún sentido?

Quizás es momento de dar un paso adelante en nuestra evolución como sociedad. Tras la pandemia en donde estos espectáculos quedaron suspendidos, ¿qué fue de las ganaderías y criadores de gallos?, puedo afirmar que en ese sector existen muchas otras actividades comerciales que son rentables y les permitieron sobrevivir y salir adelante.

Con el tiempo, no por humanidad sino por economía, estos espectáculos concluirían por sí mismos, pero ¿por qué esperar hasta ese momento?

Creo la suspensión de las corridas de toros y peleas de gallo es el siguiente paso que continúa con congruencia con la conciencia social que ha salvado, mediante la opinión pública, a los animales de circo y al maltrato de perros y gatos. Las tareas aún faltan, existen más especies por abarcar, pero indudablemente, creo llegó el tiempo para considerar la situación de los toros y gallos.

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Daniel Fajardo

Comunicólogo reconocido por el Ayuntamiento de Puebla como “Poblano distinguido”. Productor de contenidos para espacios de prensa, radio y medios digitales, los cuales utiliza para la difusión de...