Mis vidas adoradas. De verdad, cuando busquen en el diccionario el adjetivo “temerario” bien les podría salir alguna imagen de José Luis González Acosta ilustrando la hoja.
Y no porque traiga look de Adolfo Ángel, el temerario mayor.
Más bien porque Luis Acosta se le olvida que está aún en el sexenio donde el que no cae resbala y el que abre demasiado la boca termina con su carpeta de investigación revivida.
Vamos a explicar primero quién es José Luis González Acosta, porque seguramente usted no anda perdiendo el tiempo conociendo sobre políticos de poca monta.
Pero ahí le va. José Luis González Acosta arrancó en Acción Juvenil en tiempos en que Luis Paredes era el rebelde del PAN.
En esa temporada había una camada de muchachos que se iniciaron en la polaca, y otros males, siendo la carne de cañón de Acción Nacional.
No sé en qué momento Luis Acosta se refugió en el morenovallismo y fue director de alguna área sin mucha importancia en Desarrollo Social.
Fue parte del equipo que inició en el sexenio de Rafael Moreno Valle, en 2011 bajo el mando del entonces Subsecretario de Desarrollo Social de Puebla, Néstor Gordillo.
En julio de 2011 hubo una serie de temas que provocaron la salida de Miryam Arabian Couttolenc y luego Néstor Gordillo llegó como titular del área.
En ese entonces, un pequeño tema que implicó la falsificación de firmas provocó que José Luis González Acosta saliera acompañado de policías ministeriales de las oficinas.
Claro, Gordillo alcanzó a darle la cagotiza de su vida. Y el proceso se quedó por ahí, empantanado, abandonado.
A Luis Acosta se le olvidó su panismo cuando se volvió morenista en la planilla de Claudia Rivera Vivanco como presidenta municipal de Puebla.
Y fue de los regidores que más golpearon a la entonces alcaldesa. Fundador del grupo incómodo de regidores de Claudia Rivera y además amigo íntimo de varios líderes de ambulantaje en el Centro Histórico. Ya saben, de esas amistades peligrosas.
Otra vez le perdimos la pista en cuanto acabó la administración de Claudia Rivera hasta que fue parte de la nota roja.
El exregidor de Morena en Puebla Capital fue baleado en el municipio de San Pedro Cholula durante un intento de asalto. O bueno, eso se difundió. O difundió él.
Los hechos no quedaron muy claros porque las primeras versiones señalaron que estaba muy grave. Pero acto seguido apareció en lugares públicos.
Jamás quedó claro cómo ocurrió el supuesto asalto y hasta la fecha en San Pedro Cholula no cuentan con el reporte del atraco. Es más, hay quienes piensan mal y dicen que fue un autorobo. Vaya usted a saber.
Y la más reciente aparición de nuestro sujeto de estudio fue ahora encabezando una rueda de prensa. El expanista, neo morenista ahora se volvió de Nueva Alianza.
Antes siquiera de avisar que se estrena en su tercer partido, apareció denunciando a un funcionario de la Secretaría de Gobernación por un tema de supuesta violencia familiar.
Es más, en la rueda de prensa José Luis González Acosta recomendó la salida o la suspensión del funcionario.
La reaparición de este González Acosta se presta para suspicacias.
O sabe algo que nosotros no sabemos y se ha prestado para el juego de la implosión de la SEGOB y el fuego amigo que se vive allá dentro.
O simplemente va capitalizar un caso de violencia familiar para llevar agua a su nuevo molino, llamado Nueva Alianza.
Más allá de que no se nos olvida su paso por el PAN, por Morena y pues su criticable aparición como nuevo cuadro de Nueva Alianza, lo que nos intriga es si José González Acosta tiene todo en regla y bien en casita.
No vaya a ser que de algún rincón oscuro le aparezca la carpeta de investigación que le iniciaron por falsificación por allá del 2011.
Y digo, no vaya a ser porque quién los respaldaría con tan buen historial de lealtad y congruencia partidista.
MANTENTE AL DÍA CON TODO LO ÚLTIMO EN NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
Te puede interesar:
dando clic en el periódico