Por lo menos tres hechos violentos ocurrieron en la franja de Puebla y Tlaxcala en la misma semana que el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina anunció el operativo coordinado Fuerza por Puebla.
Pero, ¿realmente está sirviendo la presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina Armada de México en Puebla?
¿Realmente funcionan los despliegues entre Puebla y Tlaxcala?
¿O los despliegues solamente se quedan en el discurso y rosan lo que en el ámbito de la sociología conocen como securitización?
La securitización es ese discurso o actuación en el ámbito político que promueve la movilización de recursos materiales y humanos con el objetivo de hacer frente a amenazas subjetivas que pongan en riesgo los intereses de cierto clase o grupo de intereses.
La securitización llega más a la retórica e institucionalización de la amenaza y el peligro, que lleva a implementar medidas que desbordan los límites normales de protección.
Usualmente el uso del blindaje total hace que se pierda de foco errores elementales en seguridad. Por ejemplo, ¿cuál es el verdadero problema del robo de carga en las carreteras de Puebla y Tlaxcala?
Existe una condición de mercado que permite la compra de carga robada, autoridades de distintos municipios y estados del corredor que continúan haciéndose de la vista gorda entre robos de camiones y el trasiego entre las bodegas que todo mundo sabe que existen sobre todo en la Central de Abasto de Puebla y el Mercado Hidalgo.
El falso dilema del ingreso de las autoridades de mayor nivel en la Federación como la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina Armada de México es ese.
No se cumplía la primera semana de la Marina y la Sedena en el corredor Puebla-Tlaxcala cuando ya teníamos los reportes de tres distintos hechos violentos de alto impacto que incluían siete ejecuciones.
Mientras existan autoridades cooptadas por las bandas delictivas de robo de carga.
Mientras haya mercado de compra y venta de los productos robados en centros de abasto de Puebla y Tlaxcala.
Mientras se establezca un cerco pensando más en el discurso de parecer blindadas las carreteras en vez de erradicar de raíz el problema de robo de carga.
Mientras todo eso pase seguiremos viendo el falso dilema del blanco y negro cuando esta situación exige notar la escala de grises.
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