“¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad!”, fue el primer grito al unísono en cuanto llegó al puesto de coordinador de la 4T, Alejandro Armenta Mier.
Y en el último fin de semana se han dado algunas muestras y exhibiciones de una unidad que o es muy forzada o realmente se convirtió en un esfuerzo de muchas partes.
No vamos lejos. El arranque de campaña de Ignacio Mier Velasco como senador de Puebla de la mano de Rosario Orozco Caballero es una imagen que muchos no esperábamos.
Incluidos ellos dos. Sí, claro “Charito”, la esposa del finado gobernador Miguel Barbosa Huerta no está nada alejada de la política y el arte de tragar sapos sin hacer gestos.
La fotografía paraNacho Mier significa una victoria. Pero para “Charito” representa dar varios pasos detrás y contener los pensamientos así como las palabras que tendría su difunto esposo en su oído. ¿Qué habrá pasado con sus operadores más cercanos? Aquellos que intrigaron por años contra Ignacio Mier Velasco ahora se coordinaron con seu equipo para el evento en Tehuacán.
Quién lo diría… ¿Será cuestión de unidad? ¿Realmente Armenta lo logró?
¿Si esto se logró con Nacho Mier y Rosario Orozco se logrará con todas las divisiones que hay dentro de su estructura?
Porque ahí es donde se requerirá forjar la verdadera unidad de Morena. Hay muchos equipos en donde urge un manotazo para que todos jalen parejo.
El ahijado de Julio Huerta
El empresario de la industria fit, Sergio Ángelo Ávila después de haber presumido su suplencia como diputado federal por el Distrito 6 de Puebla con Alejandro Carvajal terminó como el chinito. “Nomás milando”.
Lo rescataron en la estructura de Victor Gabriel Chedraui y lo mandaron a operar a donde da vuelta el aire.
Invirtió mucho en el posicionamiento de su nombre, se tomó fotos con todo mundo, tiró montones de tuits y cromadas en redes sociales. Y ni así.
La moraleja es fácil. En Morena nadie sabe para quién trabaja. Y si los fundadores, los acompañantes de Andrés Manuel López Obrador desde tiempos del desafuero no consiguieron gran cosa, qué iban a conseguir aquellos que se guarecieron presumiendose ahijados de Julio Huerta. Como ocurrió con el empresario fit.
Pero como él y cualquier empresario lo sabe, el primer negocio siempre truena. Y quizá por eso tronó con esta primer intento en la política, porque pensó que se trataba de un negocio.
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