Detrás de la fuga del paciente Adán Villafan, el hombre que asesinó a un vigilante de la gasolinera Max Fuel de Santo Tomás Chautla, hay varios datos reveladores.
El primero es que su escape ocurrió rumbo al Mercado Hidalgo, zona en la que se mantiene una guerra abierta entre narcomenudistas y maleantes.
Esta fuga con rumbo al Mercado Hidalgo provoca pensar que los protectores de este personaje son precisamente los líderes de esa zona.
¿Tanto es el poder de los líderes del Mercado Hidalgo que pueden costear una fuga como la del paciente Adán Villafan?
Es tanto el dinero que pasan a las autoridades que lo que ocurre en los mercados es impune.
¿Cuánto recibieron los agentes de la policía ministerial para dejar que Adán N. huyera con sentido a la zona del Mercado Hidalgo?
Versiones extraoficiales plantean que la libertad de Adán ocurrió gracias al pago de un Rolex para los agentes ministeriales, quienes, supuestamente, están bajo investigación.
Pero hasta el momento la Fiscalía de Puebla no ha informado cuántas personas se encuentran investigadas.
No es la primera vez que se fugan con el apoyo de las autoridades y tampoco es la primera vez que ocurre en el mismo Hospital de Traumatología y Ortopedia del norte de Puebla.
Y no es la primera vez que agentes ministeriales permiten la fuga de detenidos por robo de carga, robo de vehículos y ahora en dejar en libertad a este tipo de personajes.
Adán Villafan dormía en el segundo piso del Hospital de Traumatología y Ortopedia, en la cama número dos.
La oficial María de los Ángeles C., de la Policía Auxiliar alcanzó a ver que un paciente salió corriendo por la parte de atrás de la caseta de vigilancia.
La agente de la Policía Auxiliar apenas y pudo dar aviso. Y, mientras pedía apoyo y preguntaba a quienes le tocaba la custodia, vio cómo Adán huía con su bata de paciente, lo vio correr sobre las vías del tren en sentido al Mercado Hidalgo, donde lo esperarían para ayudarle a continuar con su fuga.
Pero la fuga del paciente suena más a un plan bien armado. Esperaron a un lunes donde la gente no haría tanto caso por ser puente.
El paciente estaba herido en el abdomen por el disparo que le propino el vigilante de la gasolinera antes de que lo matara.
En la estrategia tuvo que inferir el tiempo en que por lo menos estaría medianamente sano para poder escapar.
Los agentes asignados, Carla Iraís Vázquez Báez y Gabriel Sánchez Escalante estaban a cargo de la custodia por parte de Fiscalía de Puebla y simplemente no hicieron nada.
¿En dónde estaban? ¿Cómo es que se les fuga a dos agentes un hombre herido en el abdomen con un disparo de arma de fuego?
¿O en realidad sí cobraron un Rolex para que el paciente se fugara a los brazos de sus amigos en el Mercado Hidalgo?
Se supone que las investigaciones por el caso continúan. Pero suena más a que la Fiscalía de Puebla anunciará una rápida solución en cuanto pueda. La veda electoral les cae perfecto porque ahora no se ven obligados a sus ruedas de prensa informativas de cada jueves.
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