¿Qué tanto pesarán los grupos nacionales dentro de las modificaciones que vienen ahora que falleció el gobernador Miguel Barbosa Huerta?

El gobernador Miguel Barbosa, rudo en su estilo, directo, sin miramientos con sus enemigos y con un grupo que empezaba a encumbrar. Proyectaba que en dos años cuajaran sus propios perfiles para tener el control de la elección del próximo 2024.

Ahora queda un grupo político huérfano, que, así como ocurrió con Rafael Moreno Valle Rosas, puede desmoronarse sin la cohesión necesaria para sobrevivir los próximos dos años.

Al acecho están dos grupos, el liderado por Ricardo Monreal y su alfil, el senador Alejandro Armenta. Y el grupo de Manuel Bartlett, que está conformado por la dupla de Rodrigo Abdala y el diputado federal Ignacio Mier.

Ahora que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, esté presente en Puebla para el homenaje del fallecido gobernador habrá que estar pendiente de los mensajes que envíe a los morenistas poblanos.

Punto y aparte será el factor que juegue el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López cuyos dados también están cargados. Y jugarán a favor de quien también le sume en su búsqueda por la candidatura de Morena al gobierno de la República en el 2024.

A esta cúpula poco o nada les interesan las corcholatas que apenas figuraban en Puebla.

La secretaria de Economía, Olivia Salomón; el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, y Julio Huerta Gómez, director general de Gobierno y Sergio Salomón Céspedes, presidente del Congreso Local.

Pero, claro, aún la operación política está en manos de los Barbosistas y la mayoría en el Congreso será clave.

Los restos del Barbosismo podrá presumir la megaoperación para el control del partido en Puebla, la mancuerna que han hecho con el grupo de Claudia Sheinbaum o la enorme movilización a favor de la 4T el 4 de diciembre en Puebla.

¿Pero le alcanzará para convencer al presidente Andrés Manuel López Obrador de que mantendrán el nivel para lo que resta del periodo que no acabó Miguel Barbosa?

Pero, no está de más apuntar, que en redes sociales, en mensajes de WhatsApp, en los susurros y entre líneas –y ahora hasta en algunas columnas políticas– se maneja a Sergio Salomón Céspedes Peregrina como un personaje político que con sus antecedentes y simpatías entre el PRI, el PAN y ahora con su paso por una Morena fortalecida en Puebla podría generar el acuerdo entre el grupo huérfano y los líderes cupulares que babean por el 2024.

¿Qué perfil le conviene a una Puebla tan golpeada por la inestabilidad y la zozobra política? ¿Qué perfil le conviene a López Obrador rumbo al 2024? ¿Y qué perfil podría ser el aliado de la corcholata que se quede con la candidatura de Morena en Puebla en el 2024?

Quizá todo eso se resuelva este mismo 14 de diciembre.