La Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de Octubre” (UPVA), exigió al Ayuntamiento de Puebla cumplir con los acuerdos, pues según la organización son 16 los vendedores autorizados para instalarse en la Central de Abasto y no 10.
En rueda de prensa, Rubén Sarabia Sánchez, alias Simitrio, llamó al gobierno municipal a cargo de Eduardo Rivera Pérez, a permitir que se instalen 16 vendedores en la zona conocida como “La Herradura”.
Y no sólo 10 como lo anunció ayer el titular de la Secretaría de Gobernación Municipal (Segom), Jorge Cruz Lepe.
Así como dejar que 14 afiliados a la “28 de Octubre”, trabajen en la avenida contigua a dicha zona, conocida también como “El Herrial”. Lo anterior, en lo que son reubicados los vendedores que no alcanzaron lugar a otro sitio al interior de la Central de Abasto.
Dicho espacio, según Rubén Sarabia Sánchez, líder de la organización ambulante, también es parte del acuerdo al que llegaron con el Ayuntamiento de Puebla.
Se buscaría un terreno dentro de la Central para que trabajen los compañeros del Herrial”.
Destacó que, aunque ya se les había designado un espacio a estos vendedores autorizados en la Central de Abasto, el Ayuntamiento incitó a bodegueros a impedirles su instalación. Aun cuando las bodegas estaban clausuradas, los dueños colocaban sus vehículos y obstruían los espacios supuestamente designados.
“28 de Octubre” acusa intimidación y amedrentamiento a sus vendedores afiliados
El líder de la UPVA “28 de Octubre”, Rubén Sarabia acusó al Gobierno Municipal de justificar la expulsión de los vendedores con el cierre de vialidades.
Tras lo sucedido el 2 de diciembre, señaló que el Ayuntamiento “empezó a tratar de incumplir los acuerdos” intimidando a vendedores con grúas y granaderos.
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Se establecieron acuerdos de solución al problema, pero esa misma tarde del 2 de diciembre el Ayuntamiento empezó a tratar de incumplir los acuerdos”, dijo.
Denunciaron que otra de las medidas para expulsarlos, fueron los cobros de piso excesivos, realizados por la presidenta de la mesa directiva, Alejandra Luna.
Quien, de acuerdo con un vendedor presente, imponía cobros por tener bases para las sombrillas y hasta mil pesos sino barrían adecuadamente sus espacios.
De no cumplir con las medidas, acusó que les impedían el paso a “La Herradura” y los violentaba con ayuda de veladores y cuidadores de automóviles.
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