Debido a la crisis y a que un gran número de universitarios en Puebla son foráneos, muchos comienzan a trabajar en la informalidad para poder cubrir sus gastos escolares.
La idea de emprender un negocio son algunas de las alternativas que toman para continuar con sus estudios. En un sondeo realizado por CENTRAL, comentaron que estos ingresos son ocupados para material o cubrir un porcentaje de su mensualidad.
Es el caso del universitario Arat Garduño, estudiante de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Puebla (ITP), que se dedica a vender paletas de hielo en el Centro Histórico.
El estudiante señaló que el motivo por el cual decidió empezar con este negocio, es porque en los trabajos formales tenía que cumplir una jornada laboral completa. Pero como los tiempos de su escuela no se lo permitían, se atrevió a emprender y vender paletas de hielo.
Arat Garduño es uno de los universitarios de Puebla que trabaja en la informalidad debido a que es foráneo. El joven es originario de Guadalajara y se le complicó buscar lugares donde trabajar medio tiempo.
Actualmente las ganancias del universitario rondan entre los 200 y 500 pesos por día, ingresos que ocupa para solventar gastos como inscripción, pasajes, comida y materiales escolares. Trabaja de lunes a viernes en zonas como el corredor 5 de mayo de 3 a 4 horas.
Por otra parte, el universitario Omar García, estudiante de Comunicación, optó por el emprendimiento en la venta de dulces con sus compañeros de la escuela e instituciones aledañas.
Comentó que a la semana percibe un ingreso de poco más de mil pesos, y cuando sus ventas son bajas aproximadamente 800 pesos.
Señaló también que únicamente invierte cerca de 300 pesos, por ello regularmente gana 50% más de su inversión.
Egresados también entran en la informalidad para titularse
Isabel Cotzomi otra universitaria de Puebla, comentó que durante su formación en la licenciatura de Ciencias Políticas, tuvo que trabajar en fábricas con un salario muy precario.
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Así como atreverse a poner diferentes tipos de negocios en la informalidad, como de accesorios y alimentos, para poder solventar sus gastos escolares.
La universitaria dijo que una vez que terminó su carrera, tuvo también dificultades para conseguir empleos afines a sus estudios. Ya que su cédula y título seguían en proceso.
Mencionó que, desde su experiencia, para empleos bien pagados muchas veces ya le han solicitado el título profesional.
Por ese motivo, en estos momentos se desempeña como freelance ofreciendo consejerías privadas. Pues cuenta con experiencia en la planificación de clases, cursos o diseñando planes curriculares.
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