Puebla, 28 de marzo del 2024

Feminismo para principiantes

Por Betzabé Vancini / /
Feminismo para principiantes
Fotos: Central
Tú, yo y el Ello...

Esta semana conmemoramos el Día internacional de la mujer y, pese a los esfuerzos que hacemos cada año por aclarar que no es un día de felicitación, de igual manera llegaron las imágenes o videos ‘celebrando lo único y especial de las mujeres’. También ocurre que, cada año, el 8 de marzo se convierte en un despliegue de opiniones de hombres que, quieren participar del movimiento y ‘ser aliados’ o bien, de otros hombres que buscan desacreditar el movimiento y son antagónicos a algo que, si entendieran en toda la extensión de su significado, se darían cuenta que no tendrían por qué pelear.

Para que sea más sencillo, haré esto a modo de preguntas y respuestas, recopilación de términos y su significado; lo explicaré en palabras muy coloquiales.

¿Qué es el feminismo?

En términos muy básicos, el feminismo es la lucha de las mujeres alrededor del mundo por la equidad laboral, social, y de oportunidades de desarrollo. Es la búsqueda de la libertad de elegir sobre nuestros cuerpos, de no tener que vernos forzadas a cumplir parámetros de belleza absurdos, de no convertirnos en mamás porque “eso es lo que hay que hacer”, sino por voluntad. Es también la indignación por toda la violencia ejercida históricamente hacia las mujeres en todos los campos, como económico, psicológico, físico, que llegan a su punto más grave: el feminicidio.

¿Por qué hablamos del aborto?

Este es uno de los puntos menos comprendidos y que produce muchas reacciones tanto en hombres como en mujeres ajenas al movimiento. No, no queremos “matar bebés” por placer. La petición de aborto legal es para darle a todas las mujeres la ELECCIÓN de ser madres o de no serlo. De saber si es el momento adecuado para traer un ser humano a este mundo o no. Para poder ejercer esta decisión de manera libre, en una clínica segura, con acompañamiento psicológico y en un costo accesible. ¿Sabes cuántos niños vienen a este mundo siendo odiados por sus madres y abandonados por su padre? MILLONES. ¿Sabes qué pasa con ellos? Son seres humanos muy poco atendidos emocionalmente, algunos crecen en situaciones de pobreza y carencias, sin acceso a la educación, son víctimas de violencia y abusos. Si bien les va, acaban en un sistema de adopciones muy deficientes, amañado, donde tal vez, encuentren a una familia. O bien, ese mismo sistema de adopciones los llevará a las redes de trata y tráfico sexual de menores. Es muy fácil defender “una vida” cuando no eres tú quien se va a hacer responsable de ella. Y si empezamos con el argumento de “pues entonces para qué cogen”, pues porque la sexualidad es una necesidad fundamental en el ser humano y porque aun así, NADIE está en obligación de convertirse en mamá y papá a fuerza o como castigo por su vida sexual. La necesidad de pelear por el aborto legal también pone en evidencia la enorme falta de información en México sobre anti concepción y la carga que hay en ese tema hacia las mujeres.

¿Por qué hay destrozos en las manifestaciones?

Porque durante décadas, hemos acumulado enojo, resentimiento e ira por todas las que han sido víctimas de feminicidio y su muerte ha quedado impune. Porque estamos hartas de no poder caminar por la calle o tomar el transporte público sin ser acosadas o tocadas sin consentimiento. Porque estamos hartas de ambientes de trabajo hostiles donde nos devalúan, nos pagan menos, nos hostigan y nos presionan para acceder a avances sexuales de jefes y compañeros. Porque la ley no nos protege y mucho menos, resarce el daño. Porque ya nos cansamos de que no nos vean o de que califiquen nuestro movimiento como “drama.” Odio hacer esta analogía porque me parece terrible pero: si violaran y mataran a tu hija, a tu mamá, a tu hermana; y las autoridades ignoraran completamente el delito, tu queja, actuaran como si nos les importara en lo absoluto ¿no sentirías rabia?

Si tu respuesta fue “sí, pero yo no iría a romper vallas y vidrios” ok, tú no lo harías; estás en tu derecho, pero cada quien tiene formas distintas de lidiar con esta ira que se ha acumulado durante décadas de violencia impune.

¿Quiénes son los violadores y acosadores?

No es que todos los hombres lo sean en el estricto sentido de la palabra. Sin embargo, de acuerdo a las experiencias, los violadores están en las escuelas, son maestros, son médicos, son sacerdotes, son políticos, gobernadores, son el vecino, el primo, el papá, el novio o el esposo. Y esto sucede porque en este país, se sigue fomentando la creencia de que las mujeres somos propiedad de alguien y entonces nos pueden utilizar para satisfacer sus necesidades. Parece obvio, pero me siento en la obligación de explicar que NO ES ASÍ. No por ser pareja, compañeras, amigas, estamos obligadas a tener relaciones sexuales con alguien. No por estar en sobriedad o bajo el efecto del alcohol estamos obligadas a nada. Vestidas o desnudas, no estamos obligadas a nada. Esto define lo consensual del sexo, y mientras no se entienda que en cualquier momento, aún en medio del acto podemos decir “ya no quiero” y se detenga, las violaciones y abusos seguirán. Ojo, no por nosotras, sino por la incapacidad de muchos hombres de entender que NO ES NO.

¿Cómo ser aliado?

Si eres hombre y quieres contribuir genuinamente al movimiento, aquí te va un manual simple y práctico:

1.- No nos felicites por el 8 de marzo, mejor comparte información del movimiento y sus antecedentes históricos.

2.- Quédate callado. No es tu día, no es tu causa. Si quieres ser empático, acompáñanos de manera silenciosa sin buscar ningún tipo de protagonismo.

3.- No nos expliques de qué se trata el movimiento o qué deberíamos hacer o no hacer.

4.- No reproduzcas formas de violencia machista: chistes, devaluación a mujeres, reproducir roles tradicionales de género, no acoses, no hostigues, no violes. Suena obvio pero, insisto, la evidencia nos dice que no lo es.

5.- No encubras a tu amigo violador o acosador. Denúncialo a la policía o bien, sé un testigo para la víctima. Rompe el pacto de silenciar y minimizar estas atrocidades. Ser congruente implicaría denunciar a tu amigo, a tu hermano, a tu propio padre si es necesario. No hay motivos para encubrir.

6.- No participes en la lapidación de las víctimas y en argumentos como “pues es que también para qué se va a meter a su casa”. No juzgues y re victimices a las mujeres que pasaron por eso.

7.- Deja de decir que lo haces porque “tienes mamá, hermanas, esposa, hijas” y empieza a hacerlo por TODAS, porque somos seres humanos y tenemos derechos.

8.- Comprométete a que TODAS las relaciones o actividades sexuales que tengas sean siempre consensuadas y no bajo el influjo de alcohol o drogas.

10.- Si ves a una mujer que está siendo violentada o está en riesgo, haz lo posible por ayudarla en el momento.

Cada año veo el movimiento con más claridad y con más fuerza. Estamos haciendo cambios cada día más visibles. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Por supuesto, ya seas hombre o mujer, tienes derecho a no estar de acuerdo en algunas partes del movimiento feminista y de vivir tu vida de acuerdo a tus valores morales o religiosos pero NO TIENES DERECHO A ESTORBAR a quienes piensan de otra manera y le están apostando todo a su Libertad.

Por último, me gustaría dejar sobre la mesa que, si cada vez que se habla de “machismo” te sientes automáticamente ofendido o enojado, hay mucho que trabajar ahí. Identificarse con décadas de atrocidades, de violaciones, feminicidios, y DEFENDERLO con uñas y dientes como si fuera tu causa personal, no te hace quedar bien. Tampoco habla de salud mental. Te recomiendo acercarte a profesionales de la salud mental especialistas en género. En especial, te recomiendo visitar las redes sociales del proyecto “De machos a hombres”.

Como siempre, estaré atenta a todas tus preguntas y comentarios vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl.

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